Livestock Research for Rural Development 13 (5) 2001 | Citation of this paper |
En el ámbito mundial, la agricultura contribuye con 25 a 30 % de las emisiones de carbono. En Venezuela, la emisión anual de carbono es de 80 Pg; de los cuales 0,001 Pg se producen por cambios en el uso de la tierra hacia la agricultura. Los sistemas agroforestales permiten asociar especies forestales, cultivos agrícolas y/o animales. Los beneficios relacionados con estos sistemas, incluyen el incremento de la productividad vegetal y animal, obtención de leña, madera y otros materiales, y aportes en la captura de C.
Este
trabajo se realizó con el objetivo de determinar el almacenamiento de C por mata ratón Gliricidia sepium en dos sistemas agroforestales,
en Yaracuy, Venezuela. Se cuantificó la producción de biomasa en la madera, el
almacenamiento y fijación de C, en un sistema agroforestal de cultivos en callejones
(SAF) y un sistema silvopastoril (SSP). Se obtuvo una ecuación de predicción del peso
seco de la madera (PS) de Gliricidia sepium, PS
= 0,433*(volumen de la madera) con R2=0,97. En el SSP se cuantificó para Gliricidia sepium un almacenamiento de 309 kg de
C/ha y una tasa de fijación de 123,6 kg de C/ha/año. En el SAF, el
almacenamiento fue de 653 kg de C/ha y una tasa de fijación de 327 kg de C/ha/año. La
presencia de árboles y arbustos forrajeros favorece la productividad de los sistemas (con
cultivos o animales), contribuye a reducir la emisión de C, genera recursos como leña,
madera, y pueden constituirse en un atractivo para financiar proyectos dirigidos a
pequeños y medianos productores.
Worldwide, agriculture contributes 25 to 30 % of the carbon emission. In Venezuela, the yearly carbon emission is 80 Pg; of which 0,001 Pg is produced by changes in the land use towards agriculture. Agroforestry systems permit the association of forest species, crops and/or animals. The benefits related with these systems, include productivity increase in the crops and animals, production of timber, firewood and other materials, and the storage and fixing of carbon.
Research
was done to determine C storage and fixation in Gliricidia
sepium plants in two agroforestry systems, located in Yaracuy state, Venezuela.
The biomass production and carbon storage were determined in two agroforestry systems of
crops in rows (SAF) and silvopastoral systems (SSP). A prediction equation of the dry
weight of Gliricidia sepium wood (DW), was
obtained DW= 0.433* (wood volume), R2=0.97. The carbon storage in the SSP was
quantified in 309 kg C/ha and the fixation rate of 124 kg C/ha/year. In the SAF, the Gliricidia sepium carbon storage was 653 kg C/ha
and the fixation rate 327 kg C/ha/year. The presence of trees and shrubs in the
agricultural systems contributes to increased productivity, reduced carbon emission,
generation of firewood and other forest resources and can be attractive for financing
programs for the benefit of small and medium scale farmers.
El dióxido de
carbono, principal gas causante del efecto invernadero, es emitido en su mayoría por el
uso de combustibles fósiles y la deforestación. Se estima que, del incremento en las
concentraciones atmosféricas de CO2, que han ocurrido desde 1750 a 1984 (65
mg/kg), el 20-25% proviene de cambios en el uso de la tierra hacia la actividad
agropecuaria (WHRC 1998). En Venezuela, para 1990 se contabilizó una emisión de 80 Pg de
C [1 Pg equivale a
109 Mg (109 Toneladas)]. Los cambios en el uso de la tierra
hacia pastizales representaron una emisión de 0,001
Pg de C (MARNR 1992).
Los sistemas
agroforestales constituyen formas de uso y manejo de los recursos naturales en las que se
pueden asociar especies forestales, cultivos agrícolas y/o animales, en forma simultánea
o en secuencia temporal, sobre un mismo terreno (Montagnini et al 1992). Los beneficios que se asocian con estos
sistemas son: aumento de la productividad vegetal y animal; reducción del uso intensivo
de la tierra; diversificación en la producción de alimentos; obtención de productos
como leña y madera; y reducción de la escorrentía del agua y la erosión de los suelos
por efecto de la lluvia. Las pasturas pueden contribuir con el almacenamiento de carbono.
Cuando los pastos actúan como fuente emisora, se atribuye este factor negativo a un
manejo mal aplicado (Dixon 1995).
El almacenamiento
de carbono en sistemas arbóreos se ha estimado en 2,8 Mg de C/ha/año en
plantaciones para leña, 1,2 Mg de C/ha/año en bosques secundarios, 1,1 Mg de
C/ha/año en árboles de sombra y
de 0,1 Mg de C/ha/año en árboles establecidos en potreros (Kursten y Burschel
1993). Se ha documentado que la asociación de pasturas con leguminosas forrajeras, mejora
el almacenamiento de carbono en los suelos (Ibrahim 1994).
El almacenamiento
de carbono es un servicio ambiental que valoriza la incorporación de especies arbóreas
en sistemas agroforestales, y representa un atractivo para el financiamiento de proyectos
de inversión en el ámbito regional y nacional (IPCC 1996), encontrándose varios casos
de proyectos agroforestales bajo programas de financiamiento por segundos países.
Este trabajo fue
realizado con el objetivo de cuantificar la contribución de Gliricidia sepium al almacenamiento de carbono en
dos sistemas agroforestales, en el estado Yaracuy, Venezuela.
La unidad de
producción denominada Modelo Físico de Agricultura Tropical Sostenible, se localiza en
el Campo Experimental de la Fundación para la Investigación Agrícola Danac, vía San
Javier-Guarataro, Municipio San Felipe del estado Yaracuy, Venezuela. Ocupa una superficie
de 16 ha, en una zona correspondiente al Bosque Seco Tropical (Holdridge 1987), con
temperatura media mensual de 27º C, altitud de 100 msnm, precipitación media anual de
1296 mm y un período de lluvias definido entre los meses de mayo y noviembre. Los suelos
predominantes corresponden a la clase III por su capacidad de uso, con limitaciones de
profundidad efectiva, salinidad potencial y exceso de humedad en el suelo por períodos
frecuentes o durante todo el año (Zambrano 1986). Se ha determinado la presencia de un
estrato con carácter de fragipan, que incrementa los riesgos de erosión hídrica del
suelo, recomendando su cobertura en forma continua durante el año (UCV-Danac 1999).
El sistema
silvopastoril (SSP) con dos años y medio de establecimiento, ocupa una superficie de 10
ha, en una asociación de pasto estrella Cynodon
nlemfuensis, mata ratón Gliricidia sepium (2.204 plantas/ha1)
y leucaena Leucaena leucocephala (330
plantas/ha), establecidas en hileras dobles distanciadas a 5 m. Los animales (mestizos de
doble propósito) se manejan bajo pastoreo rotativo en unidades de 0,25 ha, delimitadas
por cercas electrificadas, con un tiempo de ocupación de 2 días, 75 días de descanso y
una carga animal [Una unidad animal (UA) equivale a un animal de 450 kg de peso vivo]
promedio de 2,1 UA/ha (Ruiz-Silvera
et al 1999). A la salida de los animales de cada unidad de pastoreo, se efectúa el
control de malezas en forma manual. La leguminosa arbustiva se mantiene a la altura de 1
m, mediante podas correctivas periódicas. La producción de forraje verde de Gliricidia sepium determinada para 1999 fue de
0,6 Mg de MS/ha/año en época seca y de 1,4 Mg de MS/ha/año en época de lluvias
(Ruiz-Silvera et al 1999).
El sistema de
cultivos en callejones (SAF) con dos años de establecimiento, ocupa una superficie de 1,1
ha en un área de pendiente promedio del 12%, formada por
una asociación de yuca Manihot esculenta
con Gliricidia sepium (1980 pl.ha-1).
Las plantas de Gliricidia sepium se
establecieron en hileras separadas por calles de 5 m y una distancia de 0,5 m entre
plantas, en un sistema de bandas en contorno. En las calles se cultiva M. esculenta (1m x 1m) para la alimentación,
mediante procesamiento, de un rebaño bovino de doble propósito. Las plantas de Gliricidia sepium se mantienen bajo corte del
follaje cada cuatro meses, a una altura promedio de 1,5 m para su aprovechamiento como
fuente de proteína, suministrándose en fresco o para la elaboración de suplementos
alimenticios (silaje y bloques multinutricionales).
Se seleccionaron
100 plantas al azar en cada sistema (50 en época seca y 50 en época de lluvias) para
totalizar 200. De cada planta, desde el punto de corte o crecimiento hacia abajo, se tomó
una sección de tallo de 20 cm de longitud, de diámetro uniforme. El valor de diámetro
de las secciones de tallo (en cm) se determinó utilizando un vernier (marca Mitutoyo,
modelo 505-645-50) con apreciación de 0,003 cm. Las muestras fueron sometidas a secado en
una estufa de aire forzado (100 ºC) en forma continua, hasta obtener peso seco, el cual
se determinó con ayuda de una balanza electrónica (marca OHAUS, modelo CT 6000-S). Los
valores de volumen y peso seco obtenidos, fueron sometidos a un análisis de regresión
lineal por época e integrado, previa comprobación de los supuestos de normalidad e
independencia de los datos (Shapiro 1965; Steel y Torrie 1998). Para el análisis de
regresión, se estableció el cero (0) como el origen en la ordenada.
Para determinar el
tamaño de la muestra (n) a utilizar en la determinación de la producción de biomasa en
la madera de plantas de Gliricidia sepium, se
empleó el método de Muestras Finitas. Este método es recomendado en aquellos casos en
los que se conoce el número total de la población (Hernández et al 1991),
basado en:
n =
Z2 * p * q * N
e2 *(N+1) + Z2 * p * q
donde:
Zt =
valor tabulado en correspondencia con N
p = probabilidad de éxito de la muestra (n) 0,50
q = probabilidad de fracaso de la muestra (n) 0,50
e = error máximo permisible
N = tamaño de la población (Total de
plantas de Gliricidia sepium)
n = tamaño de la muestra
Para los cálculos
se fijó un error máximo permisible del 10 %. Una vez establecido el tamaño de muestra
por sistema, en plantas seleccionadas al azar, se midió la longitud de todos los tallos
de cada planta perteneciente a la muestra, desde la base hasta el punto de poda o
crecimiento, empleando una cinta métrica. La longitud de la madera (Lm) por planta, se
obtuvo mediante la sumatoria de las longitudes de los tallos medidos.
Se determinó el
diámetro promedio de la madera (Dm) por planta, a partir de la medición con un vernier
en tres tercios de la longitud (superior, medio e inferior) de un tallo representativo,
por planta. El volumen de la madera (Vm) correspondió al producto obtenido de Lm por el
área (Am) de la misma (Am= P/4*(Dm)2).
Se determinó el C
almacenado como el producto del valor de peso seco de la madera (obtenido por regresión
lineal a partir del volumen) por el valor en proporción del C en la biomasa, estimada en
0,5 a partir de diversos trabajos (Brown y Lugo 1984; Marcos 1988; IPCC 1996; López
1998; Segura 1997; Soliz 1998; Andrade 1999; Kort y Turnock 1999). El
almacenamiento de C por ha (carbono retenido en la biomasa) y la fijación por ha/año
(crecimiento de biomasa convertido en carbono) se determinaron con base en la densidad y edad de los árboles en cada sistema.
Para la
determinación del carbono orgánico del suelo (COS), se tomó como referencia la
información obtenida de una caracterización inicial de los suelos de la unidad en dos
estratos (0-5 y 5-10 cm) de profundidad (UCV-Danac 1999). Se realizó una estimación de
la fijación de COS en los primeros 10 cm de suelo, por comparación de los resultados de
la caracterización inicial con una segunda determinación realizada en el año 2000
(Nohants Rumbos 2000, datos sin publicar). El COS en kg/ha para el estrato correspondiente
(10 cm), se estableció en función del peso de suelo a dicha profundidad, considerando la
siguiente ecuación Pha = A x P x Da ;
donde:
Pha = peso de una hectárea
A = área de una hectárea (m2)
P = profundidad del suelo (m)
Da = densidad aparente del suelo (Mg/m3).
En el análisis de
regresión entre el peso seco y el volumen,
se obtuvo una asociación lineal positiva. El valor del coeficiente de determinación (R2)
para la relación en época seca, y la época de lluvia fue similar. Los valores de
pendiente entre épocas, mostraron menor magnitud para la época de lluvia. Este resultado
se puede asociar con un mayor contenido de humedad en los tallos en la época lluviosa. En
consecuencia, la combinación de muestreos en época seca y lluviosa, será más
representativa de la relación entre los parámetros estimados. Se determinó
significancia estadística para los coeficientes de las ecuaciones (Figura 1 y Cuadro 1).
Se definió una ecuación integrada con ambas épocas con un R2=0,97.
Cuadro
1. Ecuaciones
de regresión para el volumen (VOL) y peso seco (PS) de la madera de Gliricidia Sepium,
en Yaracuy, Venezuela. |
||||
Época de |
Ecuación de |
Coeficiente R2 |
Grado de
Significancia |
|
Sequía |
PS = 0,462 * VOL |
0,98 |
** |
** |
Lluvia |
PS = 0,405 * VOL |
0,97 |
** |
** |
Integral |
PS = 0,433 * VOL |
0,97 |
** |
** |
** Significancia
estadística (p < 0,01)
Figura 1. Relación entre el
volumen (VOL) y el peso seco de la madera de Gliricidia sepium (PS). |
De acuerdo con los
resultados, cada 1.0 cm3 de volumen de madera de Gliricidia sepium, representó 0,433 g de peso
seco, aproximándose a una densidad de 0,5 g/cm3. Estos resultados coinciden
con los valores obtenidos por Ibrahim et al (1999) para la densidad de la madera de Gliricidia sepium.
El tamaño de la
muestra fue de 66 plantas para el SAF, y 68 para el SSP, con una confiabilidad del 90 %.
La cantidad de materia seca estimada en los tallos para cada sistema fue de 0,280
kg/planta y 0,617 Mg/ha para el SSP; mientras que para el SAF fue de 0,665 kg/planta y
1,317 Mg/ha. La cantidad de biomasa obtenida por planta para el SAF duplicó la obtenida
en el SSP (Cuadro 2) .
Cuadro 2. Tamaño de muestra y estimación de la biomasa de la madera en Gliricidia
sepium en dos sistemas agroforestales, Yaracuy, Venezuela. |
|||||
Sistema
|
Población total (N) |
Muestra (n)* |
Materia seca (MS) kg/pl Mg/ha Mg/ha/año |
||
SSP |
22.131,0 |
68 |
0,280 |
0,617 |
0,25 |
SAF |
2.199,0 |
66 |
0,665 |
1,317 |
0,66 |
* Determinado por el Método de muestras
finitas |
El potencial
productivo de Gliricidia sepium está
condicionado por un conjunto de factores que incluyen la densidad de siembra, la altura de
la planta, el intervalo entre cortes y los factores ambientales (Razz 1994). Entre los
sistemas estudiados, las principales diferencias se asocian con la altura de las plantas y
el proceso de ramoneo al cual se someten las plantas de Gliricidia sepium en el SSP. En Venezuela, los
trabajos de investigación en Gliricidia sepium,
han enfatizado en la relación entre la
frecuencia de corte y la altura de las plantas bajo condiciones de bosque húmedo tropical
(Chacón 1993), no contándose con referencias sobre los efectos del ramoneo sobre la
producción de biomasa de este cultivo.
El almacenamiento
de carbono por Gliricidia sepium en el SAF se cuantificó en 653
kg/ha y la tasa de fijación en
327 kg C/ha/año; mientras que en el SSP el almacenamiento fue de 309 kg C/ha y
la fijación de 124 kg C/ha/año (Cuadro 3). Este último valor de fijación de
C coincide con lo indicado por Kursten y Burschel (1993) para árboles establecidos en
potreros, quienes estiman la fijación en 0,1 Mg C/ha/año.
Cuadro 3. Valores de almacenamiento de carbono en dos sistemas
agroforestales que incluyen Gliricidia sepium, Yaracuy, Venezuela, 2000. |
|||||||
Sistema |
Cultivos |
Edad de |
Densidad pl/ha | Altura de corte, m |
C almacenado en la madera,
kg/pl Mg/ha |
Tasa de fijación de C |
|
SSP |
Cynodon nlemfuensis + |
2,5 |
2.204,0 |
1,00 |
0,14 |
0,309 |
0,124 |
SAF |
Manihot
esculenta + Gliricidia sepium |
2,0 |
1.980,0 |
1,50 |
0,33 |
0,653 |
0,327 |
La capacidad de Gliricidia sepium para fijar carbono,
está estrechamente relacionado con la producción de tallos leñosos. Aparentemente, el
incremento en la altura de las plantas tiene un mayor efecto sobre la fijación de C que
el aumento de la densidad de las plantas. Romero et al (1996) obtuvieron una
relación entre densidad y fijación de C de 2:1, mientras que entre la altura y la
fijación de C fue de 1:1.
El COS almacenado
en el SSP se estimó en 13,2 Mg C/ha como promedio para los 10 cm, y en el SAF fue 12,5 Mg
C/ha (Cuadro 4). Se considera que en pasturas, el C acumulado en el suelo debe
originarse a partir del carbono fijado por el pasto. A diferencia de los cultivos anuales
de ciclo corto, los pastos tienen un ciclo continuo de iniciación, crecimiento y muerte
de unidades individuales (rizomas o estolones en gramíneas y ramas en leguminosas) que
generan materia orgánica (Fisher y Trujillo 2000).
Cuadro 4. Carbono orgánico en el
suelo (COS) de dos sistemas agroforestales en Yaracuy, Venezuela. |
|||||
SSistema |
Profundidad del estrato, cm |
Densidad aparente, |
COS (1998), |
COS (2000), |
Fijación estimada, |
SSP |
0-5 |
1,75 |
14,0 |
17,7 |
|
|
5-10 |
1,84 |
12,3 |
12,5 |
0,98 |
SAF |
0-5 |
1,59 |
12,9 |
|
|
|
5-10 |
1,69 |
12,1 |
|
|
Se ha evidenciado
que el 75% del COS se localiza entre los 20 y 80 cm de profundidad del suelo, lo cual es
una ventaja si se considera que este C (debajo de la capa arable), es menos propenso a
procesos de oxidación o pérdidas por prácticas de laboreo. Además, diversas
experiencias han documentado que el contenido de COS en dicho estrato puede ser duplicada
o triplicada con la inclusión de leguminosas en los pastizales.
La acumulación de
COS en pasturas tropicales se estima en 48 Mg/ha, aunque otros trabajos estiman valores
cinco veces superior. El alcance de estos niveles se asocia con el manejo del pastoreo,
tipo de suelo, estado fisiológico del pasto y el contenido de nutrimentos (Fisher y
Trujillo 2000). Considerando que el 75 % del COS se encuentra por debajo de los 20 cm de
suelo, y que los valores obtenidos para el SSP a los 10 cm promediaron 13,2 Mg C/ha, la
fracción potencial de C almacenado en el suelo podría estimarse en 106 Mg C/ha para 1 m
de profundidad de suelo en 1998 (Cuadro 4).
Las
determinaciones de COS realizadas en el SSP permiten estimar la fijación anual de C en
0,98 Mg COS/ha/año, en los primeros 10 cm de suelo (Cuadro 4).
Una
aproximación al balance de carbono en el SSP, podría considerar las emisiones a partir
de las excretas de los animales en pastoreo y el metano producto de la fermentación
ruminal, estimado en 35 kg/animal/año en condiciones tropicales (Leng 1993). La fijación
estaría representada por las contribuciones de Gliricidia
sepium y del suelo del pastizal (9,9 Mg C/ha/año).
La
generación de metano se puede cuantificar en 0,2 Mg C.animal/año (1 unidad de metano=21
unidades de CO2; y 1 unidad de C=3,67 unidades de CO2 (Montenegro y
Abarca 2000; EPA 2000), y una emisión anual de 0,42 Mg C/ha (21 animales en 10 ha).
La producción de
excretas (orina + estiércol) por el rebaño bovino en pastoreo, representa un estimado de
40 Mg de MS de estiércol/año (Carlos Ruiz-Silvera 2000; Fundación Danac, datos sin
publicar), los cuales se consideran en su totalidad materia orgánica (Martín y Palma
1999), y equivalen a 23,2 Mg de C, de los cuales 11,6 Mg C/año y 1,2 Mg C/ha/año son emitidos
a la atmósfera (50% del C orgánico en condiciones aeróbicas se incorpora en la biomasa
microbiana, Chará 1999). Sin considerar otros procesos para la estimación, el SSP tiende
a un balance anual positivo, con un significativo aporte del recurso suelo a la fijación
o secuestro de C en el sistema (Cuadro 5).
Cuadro 5. Balance
aproximado del carbono en un sistema silvopastoril en Yaracuy, Venezuela. |
|
Propiedad |
Valor estimado |
Emisión |
|
Excretas |
1,20 |
Fermentación
ruminal* |
0,42 |
Fijación |
|
Gliricidia sepium |
0,12 |
Suelo** |
9,80 |
*C equivalente para 21 bovinos adultos que
emiten 35 kg de etano/animal/año |
En Venezuela se
dedican 17 millones de ha a la producción de pastos y forrajes (Quevedo 1999).
Extrapolando la información de fijación de carbono para esta superficie en sistemas
silvopastoriles que incluyan especies forrajeras arbustivas, las estimaciones podrían
representar una tasa de fijación anual de 0,002 Pg C/año, con potencial para contribuir
con la compensación de las emisiones de C asignadas a los pastizales, como producto de la
presencia de los animales.
Existen
experiencias de la aplicación de Actividades de Implementación Conjunta (AIC) entre países industrializados y en vías de
desarrollo, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en la atmósfera, en
cumplimiento del Convenio Marco de las Naciones
Unidas sobre cambio climático. En Costa Rica, se cuenta con once proyectos de AIC, siete
de los cuales corresponden a componentes forestales y agrícolas.
Los estudios
realizados en países en vías de desarrollo, estiman el costo del secuestro de C a
través de la agroforestería en $US 5-20 por Mg de C (Brown et al 1996). Considerando que el costo de fijación de C
en zonas templadas es 20-25 % mayor que en zonas tropicales (Trexler y Haugen 1995), el
financiamiento por parte de países industrializados, se convierte en la principal
herramienta, en términos de costos, para reducir la emisión de gases de efecto
invernadero a la atmósfera, a través del financiamiento de proyectos de inversión en la
actividad agropecuaria.
Se obtuvo una
asociación lineal entre el volumen (VOL) y el peso seco de la madera de Gliricidia sepium (PS), con una ecuación de regresión PS =
0,433*VOL; y un coeficiente de determinación (R2) de 0,97.
En el sistema
silvopastoril se cuantificó para Gliricidia sepium un
almacenamiento de 309 kg C/ha y una tasa de
fijación de 124 kg C/ha/año.
En el sistema de
cultivos en callejones, el almacenamiento de carbono por Gliricidia sepium fue de 654 kg C/ha y
la tasa de fijación de 327 kg C/ha/año.
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Recibido 12 de julio de 2001