Livestock Research for Rural Development 23 (11) 2011 Guide for preparation of papers LRRD Newsletter

Citation of this paper

Producción, composición de la leche y estatus metabólico de cabras lactantes suplementadas con ensilajes

R R Noguera, O Bedoya-Mejía y S L Posada

Universidad de Antioquia, Facultad de Ciencias Agrarias. Grupo de Investigación en Ciencias Agrarias (GRICA)- Producción Animal Sostenible.
Ciudadela de Robledo, Carrera 75 Nº 65·87, Medellín (Ant) - Colombia
ricnoguera@gmail.com

Resumen

El objetivo de éste trabajo fue evaluar el efecto de diferentes ensilajes sobre la producción, composición de la leche  y el estatus metabólico  de cabras Saanen y Alpina en un sistema de estabulación completo. Quince cabras de las razas Alpina y Saanen fueron distribuidas en tres dietas experimentales que consistían en un alimento base más uno de los siguientes ensilajes: maíz (EM), sorgo (ES) y girasol (EG). Las variables evaluadas fueron: producción y composición de la leche, el consumo de materia seca y perfil metabólico de los animales.

La producción de leche no fue afectada por la raza o la dieta consumida en las dietas con EM y ES (p>0.01), para el caso del EG los animales Saanen produjeron 44% más leche que los Alpinos. No fueron observadas variaciones en la composición de la leche entre razas y dietas consumidas (p>0.01). Los animales que consumieron EG y ES produjeron 34.1% y 30% más de ácido linoléico conjugado (CLA) que los alimentados con EM. Los metabolitos glucosa, triglicéridos, lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), nitrógeno ureico en sangre (BUN), albúmina y  alanina aminotransferasa (ALT) no fueron alterados por la raza o el tipo de dieta (p>0.01). De una forma general, los metabolitos relacionados con el balance energético no evidencian un déficit en el consumo de energía por parte de los animales experimentales en todos los tratamientos. Las dietas se mostraron adecuadas para los niveles de producción registrados. La dieta tuvo un efecto directo sobre la composición de la leche y el estatus nutricional de los animales, sin embargo en este trabajo la similitud entre la calidad nutricional de los ensilajes no permitió evidenciar cambios muy drásticos en las variables evaluadas.

Palabras clave: Alpina, consumo, perfil metabólico, perfil de ácidos grasos, Saanen



Production, composition of milk and metabolic profiles of dairy goats supplemented with silage

Abstract

The objective of this study was evaluate different silages on milk composition and production,   dry matter intake and metabolic status of  goats. Fifteen Alpine and Saanen goats were divided into three experimental diets: maize (MS), sorghum (ES) and sunflower (EG) silages. The variables evaluated were: production and composition milk, dry matter intake and metabolic status. In the MS and ES silages milk production was not affected by breed or  diet  (p> 0.01).  Saanen goats produced 44% more milk than Alpine, with sunflower silage.

No changes were observed in milk composition between breeds and among diets (p> 0.01). Animals fed with EG and ES produced 34.1% and 30% more CLA, than those fed with MS.  Glucose, triglycerides, very low density lipoproteins (VLDL), blood urea nitrogen (BUN), albumin and alanine aminotransferase (ALT) were not altered by  breed nor  diet (p> 0.01). The metabolites related to energy balance did not show an energy intake deficit  in all treatments. Diets were adequate to production levels observed. The diet had a direct effect on milk composition and nutritional status of animals, but  the nutritional similarity among silages did not allow to evidence drastic changes between variables.

Key words: Alpine, fatty acids profile, intake, metabolic profile, Saanen


Introducción

Los sistemas de producción de leche caprina en Colombia vienen creciendo en los últimos años, desarrollándose apriscos con altos niveles de tecnificación que permiten la elaboración de productos y subproductos a partir de animales altamente seleccionados. El auge de las razas caprinas de origen europeo, caracterizadas por su alta producción, obliga al productor a ofrecer dietas que suplan las necesidades nutricionales de los animales y que impidan un balance negativo. 

En este sentido se ha demostrado que el potencial productivo y el riesgo de presentar enfermedades metabólicas son directamente proporcionales, razón por la cual es necesario conocer el estatus nutricional de los rebaños mediante la implementación de un método diagnostico basado en las mediciones hematoquímicas,  que permita la evaluación de los desordenes metabólicos, el estado de salud y el estatus nutricional de los animales. Este método fue definido en 1970 como perfil metabólico (Ceballos et al 2009). 

Los perfiles metabólicos han sido utilizados comúnmente en la evaluación nutricional del ganado bovino (González et al 2000; Grande y Tadeu, 2008;  Ceballos et al 2009) y en los últimos años se han implementado en el ganado caprino para fortalecer el conocimiento metabólico y nutricional de ésta especie (Ríos et al 2006; Hussain et al 1996; Varas et al 2007), sin embargo, en Colombia, existe limitada información relacionada con los efectos de la dieta sobre el estatus metabólico y la respuesta productiva de los pequeños rumiantes.  

El uso de ensilaje en la alimentación de caprinos no ha sido altamente difundido en Colombia, posiblemente porque un gran porcentaje de las investigaciones que se hacen a nivel nutricional van dirigidas al ganado bovino; sin embargo, el creciente interés por la especie caprina hace que el objetivo de éste trabajo fuese evaluar el efecto de diferentes ensilajes energéticos sobre la producción, composición de la leche  y el estatus metabólico  de cabras Saanen y Alpinas en un sistema de estabulación completo.


Materiales y métodos

Ubicación 

El experimento fue realizado en La Hacienda “El Progreso” propiedad de la Universidad de Antioquia, ubicada en el Municipio de Barbosa a una altura de 1350 metros sobre el nivel del mar, con una temperatura promedio de 24º Centígrados, una humedad relativa del 70% y una precipitación anual de 1800 mm,  en una zona de vida bosque húmedo premontano (bh-PM) (IDEAM 2001)

Animales y manejo 

Fueron evaluadas 15 cabras de las razas Saneen (8) y Alpina (7), de segundo parto, con un peso promedio de 60 ± 5 Kg. y 90 días en lactancia. Los animales fueron alojados en tres corrales de 25 m2 donde disponían de comederos de madera y libre acceso a bebederos y saladeros. 

Los animales fueron alimentados 3 veces al día con una dieta constituida por pasto maralfalfa (Pennisetum spp.),  botón de oro (Tithonia diversifolia) en estado fresco y uno de los siguientes ensilajes energéticos: maíz (Zea maíz), sorgo (Sorghum bicolor) o girasol (Helianthus annus). La composición química y la participación porcentual de cada uno de los constituyentes de la dieta son descritas en la tabla 1. Diariamente el alimento ofrecido y rechazado fue pesado, con el propósito de ajustar el consumo de materia seca y así garantizar un 10% de sobras. 

Los animales fueron ordeñados dos veces al día (0700 y 1500 horas). Para facilitar las labores de manejo del ordeño, los animales recibían 250 gramos de concentrado comercial en cada uno de estos horarios (Tabla 1). 


Tabla 1.  Ingredientes y composición química de las dietas experimentales e ingredientes.

Ítem 1

EM

ES

EG

Maralfalfa

Ensilaje  Maíz

Ensilaje  Girasol

Ensilaje Sorgo

Concentrado Comercial

Maralfalfa (%)

60.0

60.0

60.0

-

-

-

-

-

Ensilaje Maíz (%)

30.0

-

-

-

-

-

-

-

Ensilaje Sorgo (%)

-

-

30.0

-

-

-

-

-

Ensilaje Girasol(%)

-

30.0

-

-

-

-

-

-

Concentrado (%)

8.5

8.5

8.5

-

-

-

-

-

Sal mineral (%)

1.5

1.5

1.5

-

-

-

-

-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

PB (%)

7.5

8.6

7.3

6.8

6.3

9.9

5.9

18 

FDN (%)

67.9

64.4

69.5

78.3

65.5

53.9

70.9

15

FDA (%)

47.6

48.8

47.9

58.3

40.6

44.6

41.9

5

Cenizas (%)

8.9

10.5

9.1

10.5

5.7

11.3

6.6

10

Calcio (%)

-

-

-

0.7

0.6

1.8

0.7

-

Fósforo (%)

-

-

-

0.6

0.7

0.84

0.4

-

EB (Kcal./Kg.)

3860.8

3777.4

3906.4

3874

3896

3618

4048

4325

1 EM=dieta con ensilaje de maíz, ES= dieta con ensilaje de sorgo, EG= dieta con ensilaje de girasol

Tratamientos

Los animales fueron asignados aleatoriamente  a 3 dietas experimentales. Los cuales consistían de un alimento base (pasto maralfalfa, botón de oro y suplemento concentrado) y ensilaje energético: 

EM: dieta base + ensilaje de maíz

ES: dieta base + ensilaje de sorgo

EG: dieta base + ensilaje de girasol

Variables a evaluar
Perfil metabólico

Para evaluar el estatus metabólico de los animales, muestras de sangre fueron tomadas durante el ordeño de la mañana, mediante venopunción yugular, utilizando tubos al vacío, sin anticoagulante.  Las muestras de sangre fueron transportadas a temperatura de refrigeración hasta el laboratorio, donde fueron centrifugadas a 2800 rpm por quince minutos para la obtención del suero, el cual fue congelado a -20ºC para su posterior análisis (Castaneda-Gutierrez et al2009). Los metabolitos determinados en el suero mediante técnicas enzimáticas colorimétricas específicas fueron: beta-hidroxibutirato (kit comercial Wako Pure, Chemical Industries USA,Inc., Dallas, TX.), colesterol (técnica de colesterol oxidasa), albúmina (método verde de bromocresol), nitrógeno ureico en sangre (BUN) (por la técnica de ureasa), alanina-aminotransferasa (ALT) (técnica de Reitiman e Frankel), triglicéridos (TG) (método glicerol fosfato oxidasa), lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) (Método Fridewald) y glucosa (glucómetro Accu-chek Roche ®). La precisión de cada determinación se monitoreó usando una muestra de suero comercial de referencia. 

Producción y composición de la leche. 

La producción individual de leche fue determinada y registrada diariamente durante un periodo de 90 días. Cada 15 días, dos muestras de leche de cada animal fueron colectadas, una de ellas fue utilizada para la determinación de las concentraciones de grasa, proteína y sólidos no grasos mediante ultrasonido, utilizando un equipo EKOMILK-M ®.  La segunda muestra fue  congelada a -20º C para la posterior  determinación del perfil de ácidos grasos.

La concentración de ácidos grasos fue determinada utilizando un cromatógrafo de gases Shimadzu ®, modelo GC-2014 con detector FID y columna capilar (Rt 2560 Restek ®) de 100 m de longitud, con 0,25 mm y 0,2 µm de diámetros interno y externo, respectivamente. Para ello, las muestras de leche se descongelaron a temperatura ambiente y fueron procesadas y metiladas de acuerdo a la metodología descrita por Fallon et al (2007). Las condiciones cromatográficas fueron las siguientes: Temperatura del puerto de inyección: 250º C, temperatura del puerto de detección: 270º C, rampa de temperatura del horno: inicial 140º C por 5 minutos, incremento de 4º C por minuto hasta alcanzar 190º C. Esta última temperatura se mantuvo constante por 32.5 minutos. El tiempo total de corrida por muestra fue de 50 minutos.

Composición química del forraje.

Con el propósito de determinar la calidad nutricional de la dieta, muestras del alimento ofrecido y rechazado fueron tomadas cada 15 días durante  el periodo experimental. Las muestras  fueron pesadas y almacenadas a -20º C para su posterior análisis. 

Finalizado el periodo experimental las muestras de alimento fueron descongeladas y sometidas a un proceso de secado a 60º C por 72 horas en estufa de ventilación forzada. Una vez secas, las muestras de alimento ofrecido y de rechazado fueron molidas a 1 mm y analizadas para determinar sus concentraciones de materia seca (MS) mediante secado en estufa a 104º C por 4 horas (Malkomesius and Nehring, 1951), proteína bruta (PB) a través del método de Kjeldahl en un equipo BÜCHI K-350, energía bruta (EB) mediante bomba calorimétrica IKA C5000, y fibra en detergente neutro (FDN) y fibra en detergente ácida (FDA) de acuerdo con la metodología descrita por Van Soest (1982).

Consumo de materia seca

El consumo de materia seca  fue determinado mediante la utilización de sesquióxido de  cromo (Cr2O3) como marcador externo y lignina como marcador interno.  Durante 15 días consecutivos los animales recibieron por vía oral 1 g de Cr2O3 en dosis de 0.5 g, dos veces al día (0700 y 1500 horas), siempre después del ordeño. Diez de los quince días correspondieron al periodo de adaptación y los cinco restantes a la colecta de heces, la cual fue realizada directamente del recto del animal, en el mismo horario de la dosificación del marcador. El Cr2O3 fue empacado en capsulas de celulosa y administrado por vía oral.

Inmediatamente después de cada colecta, las muestras de heces fueron identificadas y congeladas a -20º C. Al final del periodo experimental, fueron secadas en estufa de ventilación forzada (60 ± 5º C) por 72 horas y molidas a 1 mm. Para la determinación de la concentración de cromo y el porcentaje de MS, fueron utilizadas muestras compuestas de las colectas de la mañana y la tarde en cada animal.

Las muestras de heces fueron entonces sometidas a digestión con ácido nitroperclorico, según metodología propuesta por Kimura y Miller (1957) y analizadas por espectrofotometria de absorción atómica, utilizando la técnica descrita por Williams et al (1962). El contenido de lignina para determinar la digestibilidad de la dieta, se determinó según la metodología propuesta por Van Soest (1982).

Para calcular la producción de materia fecal y consumo de MS se utilizó la expresión matemática descrita por Church (1993):

 

Producción fecal (g d-1) =

dosis del marcador (g d-1)

Concentración del marcador en heces (g Kg-1MS)

 

Consumo MS =

producción de heces

* 100

 

(100-digestibilidad)

Análisis Estadístico

Los datos fueron analizados de acuerdo a un diseño factorial utilizando el procedimiento  MIXED de SAS (2002). Diferentes métodos fueron utilizados para modelar la estructura de covarianzas, el método escogido fue aquel que presentara un menor valor para los criterios de información de Akaike (AIC) y Bayesiano (BIC). Las medias de tratamientos fueron comparadas a través del procedimiento LSMEANS de SAS, considerando un valor de alpha <0.05. 


Resultados

En la tabla 1, se describe la composición química de las dietas experimentales y la participación porcentual de cada una de las materias primas en la ración. Puede verificarse que la dieta con EG aportó mayor cantidad de proteína (10.4%) que las que contenían EM (9.3%) y ES (9.2%).  En cuanto al aporte energético los valores registrados fueron 3915, 3869 y 3786 Kcal. de EB/ Kg. para las dietas con ES, EM y EG, respectivamente. 

El efecto de la suplementación con ensilajes energéticos sobre los consumos de MS, PB expresados en g/día y EB expresada en Kcal./día, son reportados en la tabla 2. Al comparar la ingestión de materia seca entre razas dentro de cada dieta, pudo verificarse que para los animales que consumieron EM no se encontraron diferencias estadísticas significativas para esta variable.

En el caso de los animales que consumieron EG, los mayores consumos se observaron en los animales Alpinos con 1670 g/ día, seguidos de los animales Saneen con 1368 g/día (p<0,01). Contrariamente, en la dieta con ES los mayores consumos se registraron para la raza Saneen (p<0.01), seguida de la raza Alpina con 2013 y 1625 g/día, respectivamente.

Tabla 2.  Efecto de la suplementación con ensilajes sobre el conusmo de materia seca (MS g/día), energía bruta (EB Kcal./día) y proteína bruta (PB g/día) de cabras Saanen y Alpina

Tratamiento 1

Raza

MS 2

EB

PB

EM

Alpina

1498 aA

5796 aA

139 aB

EM

Saanen

1384 aA

5354 aA

128 aA

ES

Alpina

1625 aA

6360 aA

149 aB

ES

Saanen

2013 bB

7880 bB

185 bB

EG

Alpina

1670 aA

6323 aA

174 aA

EG

Saanen

1368 bA

5178 aA

142 bA

1 EM=ensilaje de maíz, ES= ensilaje de sorgo, EG= ensilaje de girasol; 2 Letras minúsculas distintas indican diferencia estadística entre razas al interior de cada tratamiento (p<0.01); Letras mayúsculas distintas indican diferencias estadísticas entre dietas para cada raza (p<0.01)

Las ingestiones de EB fueron iguales (p>0.01) entre razas para las dietas con EG y EM. Para el ES, los consumos de EB fueron mayores (p<0.01) para la raza saneen (7880 Kcal./día) que para la raza Alpina (6360 Kcal./día).

En cuanto a los consumos de EB por raza, los animales Alpinos consumieron equivalentes  cantidades de energía (p>0.05) en todas las dietas. Para los animales Saanen el mayor consumo para el ES (7880 Kcal./ día), valor que difirió (p<0.05) de los encontrados para el EM y EG (5354 y 5178 Kcal./día, respectivamente).

Las ingestiones de PB entre razas al interior de cada dieta mostró el mismo comportamiento descrito para el consumo de MS. Esto es totalmente lógico una vez que los consumos de proteína están en función de su concentración en la MS consumida. Al comparar el comportamiento de cada raza entre las dietas, los animales Alpinos con EG consumieron mayor cantidad de proteína con 174 g/día, valor que fue estadísticamente diferente de los encontrados en las dietas con ES (149 g/día) y EM (139 g/día).  

Los valores promedio y las diferencias entre razas y dietas para las variables de producción y composición láctea influenciadas por la suplementación con ensilajes energéticos  son descritos en la tabla 3. 

Tabla 3.  Efecto de la suplementación con ensilajes energéticos sobre la producción (g/día) y las concentraciones de grasa, proteína y sólidos no grasos (SNG) (g/día) en leche de cabras Saanen y Alpina.

 

Tratamiento 1

Raza

Producción 2

Grasa

Proteína

SNG

 

EM

Alpina

1893.9 aB

64.6 aB

55.8 aB

154.3 aB

 

EM

Saanen

1409.2 aA

62.2 aA

49.3 aA

123.9 aA

 

ES

Alpina

1001.8 aAB

47.2 aA

34.1 aAB

86.8 aAB

 

ES

Saanen

1273.6 aA

57.6 aA

39.4 aA

105.7 aA

 

EG

Alpina

873 aA

42.7 aA

28.6 aA

74.3 aA

 

EG

Saanen

1560.6 bA

64.9 bA

54.3 bA

137.0 bA

 

1 EM=ensilaje de maíz, ES= ensilaje de sorgo, EG= ensilaje de girasol; 2 Letras minúsculas distintas indican diferencia estadística entre razas al interior de cada tratamiento (p<0.01); Letras mayúsculas distintas indican diferencias estadísticas entre dietas para cada raza (p<0.01)

Para las variables producción y composición de la leche pudo verificarse que el consumo de EM y ES no tuvo efecto sobre estas variables, al no encontrarse diferencias significativas entre los dos grupos raciales . Por otra parte, en la dieta con EG, los animales Saanen mostraron mejor respuesta productiva que los Alpinos, al reportar valores de producción de leche (1560.6 vs. 873.3 g), grasa (69.4 vs. 42.7 g), proteína (54.3 vs. 28.6 g) y sólidos no grasos (SNG) (137 vs. 74.3 g) superiores.  

Al evaluar el desempeño de la raza Saanen en las diferentes dietas, pudo corroborarse que estos últimos, no tuvieron efecto significativo sobre la producción y la composición de la leche (p>0.05). Para este grupo racial, la mayor producción de leche y las mayores concentraciones de grasa, proteína y SNG se registraron con el consumo de EG, con valores de 1560, 64.9, 54.3 y 137, respectivamente.  

En cuanto al desempeño de los animales Alpinos, no se encontraron diferencias estadísticas entre las dietas con EG y ES para las variables en estudio (Tabla 3). Los animales Alpinos alimentados con EM presentaron los mayores rendimientos en cuanto a composición y producción de leche. Los valores encontrados en esta dieta exceptuando el contenido de grasa, mostraron ser estadísticamente equivalentes a los registrados para el ES. 

En la tabla 4 se presenta el perfil de ácidos grasos de la leche de cabras Saanen y Alpina suplementadas con diferentes ensilajes energéticos. Dado que no fueron encontradas diferencias significativas en la interacción raza x dieta y entre razas, solo se presentan las comparaciones entre dietas. 

Los tratamientos no tuvieron efecto sobre el perfil de ácidos grasos de la leche. Diferencias significativas entre dietas solo fueron detectadas para las concentraciones de ácido linoléico conjugado (CLA), donde las menores concentraciones (p<0.05) se registraron en los animales consumiendo EM.  

Tabla 4.  Efecto de la suplementación con ensilajes energéticos sobre el perfil de ácidos grasos (%) en leche de cabras Saanen y Alpina

Ácido graso

EG

EM

ES

Significancia

C6:0

1.9

2.0

1.9

0.6

C8:0

2.1

2.3

2.3

0.6

C10:0

6.4

7.3

7.8

0.5

C11:0

0.3

0.2

0.3

0.9

C12:0

4.5

5.3

5.2

0.4

C13:0

0.1

0.1

0.1

0.9

C14:0

9.6

9.7

10.2

0.7

C14:1

0.2

0.1

0.1

0.3

C15:0

0.9

0.9

0.9

0.8

C16:0

25.2

25.8

27.8

0.3

C16:1

0.4

0.4

0.4

0.1

C17:0

0.6

0.6

0.6

0.7

C18:0

11.0

13.4

9.4

0.2

C18:1 trans 11

2.8

2.4

2.6

0.7

C18:1 cis 9

24.4

20.2

20.4

0.3

C18:2 cis 6

2.2

2.4

1.9

0.5

C18:3

0.2

0.2

0.2

0.8

C18:2 cis 9 trans 11 (CLA)

1.4

0.9

1.3

0.04

1 EM=ensilaje de maíz, ES= ensilaje de sorgo, EG= ensilaje de girasol

Para evaluar el estatus energético y proteico de cabras en lactancia suplementadas con diferentes ensilajes un perfil metabólico fue realizado (Tabla 5 y 6). 

Tabla 5.  Efecto de la suplementación con ensilajes sobre las concentraciones sanguíneas (mg/dL) de glucosa, triglicéridos, lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL), colesterol y b hidroxibutirato ( BHOB) de cabras Saanen y Alpina.

Tratamiento 1

Raza

Glucosa 2

Triglicéridos

VLDL

Colesterol

BHOB

EM

Alpina

59.1

25

5

226 aB

5.6 aB

EM

Saanen

55.7

30

6.3

192 aA

5.4 aA

ES

Alpina

54.3

24

4.8

159.8 aAB

3.8 aAB

ES

Saanen

52.5

30

6

166 aA

4.3 aA

EG

Alpina

57.3

27

5.3

128 aA

4.1 aA

EG

Saanen

51.5

23

4.5

190 bA

3.1 bA

1 EM=ensilaje de maíz, ES= ensilaje de sorgo, EG= ensilaje de girasol; 2 Letras minúsculas distintas indican diferencia estadística entre razas al interior de cada tratamiento (p<0.01); Letras mayúsculas distintas indican diferencias estadísticas entre dietas para cada raza (p<0.01)

Para los metabolitos energéticos glucosa, triglicéridos y lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) no se observaron diferencias estadísticas. Independientemente de la dieta y la raza, las concentraciones de glucosa variaron entre 51.5 y 59 mg/dL, los triglicéridos entre 23 y 30 mg/dL y las VLDL entre 4.5 y 6.33 mg/dL.  

Las concentraciones de colesterol y BHOB fueron similares (p>0.05) entre animales Saanen y Alpinos al interior de las dietas con EM y ES, respectivamente. Diferencias para estos metabolitos solo fueron registradas para la dieta con EG, donde los animales Saanen presentaron mayores concentraciones sanguíneas para estos dos metabolitos cuando comparados con los animales Alpinos. 

Las dietas no tuvieron efecto sobre las concentraciones de colesterol y BHOB en el grupo racial Saanen. Para el caso de los animales Alpinos las mayores concentraciones para estos dos metabolitos se observaron en la dieta con EG (226 y 590 mg/dL, para colesterol y BHOB, respectivamente). Sin embargo, estos valores mostraron ser equivalentes a los valores registrados para los animales que recibieron ES y diferentes de los observados para los animales que recibieron EG.  

Tabla 6.  Efecto de la suplementación con ensilajes sobre las concentraciones sanguíneas de nitrógeno ureico en sangre (BUN) (mg/dL), Albúmina (g/dL) y alanina aminotransferasa (ALT) (U/L) en cabras Saanen y Alpina.

Tratamiento 1

Raza

BUN 2

Albúmina

ALT

EM

Alpina

12

2.8

28

EM

Saanen

14

2.7

34

ES

Alpina

18.3

2.7

32

ES

Saanen

18.5

2.6

52

EG

Alpina

12.3

2.6

29.3

EG

Saanen

15.5

2.9

53

1 EM=ensilaje de maíz, ES= ensilaje de sorgo, EG= ensilaje de girasol; 2 Letras minúsculas distintas indican diferencia estadística entre razas al interior de cada tratamiento (p<0.01); Letras mayúsculas distintas indican diferencias estadísticas entre dietas para cada raza (p<0.01)

Para el caso de los metabolitos relacionados con el metabolismo proteico, ningún efecto aparente de la dieta o de la raza al interior de cada dieta fue registrado (Tabla 6). 


Discusión

Consumo de materia seca, energía y proteína 

Para la raza Alpina el consumo de MS y EB no se vio influenciado por el tipo de ensilaje consumido, los valores encontrados para estas variables fluctuaron entre 1498 y 1670 g/animal/día y 5796 y 6324 Kcal./día, respectivamente (Tabla 2). Los consumos de PB fueron superiores en las dietas con EG con 173.7 g/animal/día, valor superior a los encontrados para los animales que consumieron EM y ES (193.2 y 149.3 g/animal/día, respectivamente). Los actuales sistemas de alimentación fundamentan las predicciones de consumo de MS y requerimientos nutricionales en factores inherentes al animal como el peso vivo, la semana de lactancia, la producción y la composición de la leche. Como verificado en la tabla 3, las producción de leche y su composición para la raza Alpina fue igual en términos estadísticos (p>0.05) en todos los tratamientos, evidenciando que los animales tuvieron exigencias semejantes en todos los tratamientos. El mayor consumo de proteína de las cabras Alpinas consumiendo EG obedeció a que la concentración de PB en este ensilaje fue superior a la registrada en los EM y ES. 

Avondo et al (2007), quienes construyendo ecuaciones para predecir el consumo en cabras Alpinas , concluyeron que los factores más relevantes en la variación del consumo de MS son: el peso del animal, la producción de leche y su composición. Los mismos autores dicen que la composición de la dieta esta poco correlacionada con las variaciones en la ingestión de alimento.  

En las cabras de raza Saanen los mayores consumos de MS, EB y PB se registraron en el ES, evidenciándose una clara diferencia estadística con respecto a los valores para los EM y EG. La producción y composición de la leche de este grupo racial fue estadísticamente semejante (Tabla 3) en todas las dietas, por tanto, el mayor consumo de nutrientes en el ES no puede ser atribuido a variaciones en la composición de la leche. De acuerdo con el NRC (1981), variaciones en los requerimientos nutricionales de animales con producciones semejantes pueden estar asociadas a mayores requerimientos de mantenimiento.   

En términos generales, los consumos de MS encontrados en este experimento corresponden a un 5% del peso corporal, lo cual corrobora lo reportado por la literatura para esta especie (Avondo et al 2007). Comparativamente, los pequeños rumiantes consumen significativamente mayor cantidad de MS que los grandes rumiantes, esto se debe entre otras características al hecho de que las cabras poseen: mayores tasas de pasaje, toleran pH ruminales más ácidos, tienen una eficiente actividad masticatoria y utilizan más eficientemente dietas ricas en fibra (Domingue et al 1991; Abijaoudé et al 2000; Hadjigeorgiou et al 2003). 

En la tabla 7 se resumen los consumos de MS de cabras Alpinas en diferentes condiciones experimentales. Los valores encontrados en este estudio se corresponden con los reportados en la literatura. 

Tabla 7. Consumos de MS de cabras lactantes (g/día). Datos provenientes de diferentes experimentos realizados en diferentes condiciones de alimentación.

Variable experimental

Grupo

Raza

Consumo de MS (g/día)

Autor

Porcentaje de Concentrado en la dieta

20

35

50

65

Alpina

1950

2221

2170

2100

Goetsch et al (2001)

Relación PDR/PNDR y nivel del PB1

72:28; PB=21%

55:45; PB=21%

55:45; PB=17,5%

Alpina x Beetal

1140

1080

1090

Mishra and Rai (1996)

Porcentaje de inclusión de grasa protegida

0

1.5

3.0

4.5

6.0

Alpina

1860

1800

1990

2170

1960

Brown-Crowder et al (2001)

1 PDR= proteína degradable en el rumen; PNDR= proteína no degradable en el rumen

Producción y composición de la leche 

Varios autores (Ribeiro et al 2008; Herrera et al 2009) reportan que el tipo de dieta y el nivel de consumo de MS son los principales factores que intervienen en la producción láctea. Esta situación puede evidenciarse al comparar el consumo de las cabras Saanen y Alpinas y sus respectivas producciones de leche. Exceptuando la dieta con EG, mayores consumos de MS, EB y PB estuvieron asociados a mayores producciones de leche, grasa, proteína y sólidos no grasos (SNG) (Tablas 2 y 3). La únicas explicaciones plausibles para observar una relación inversa entre consumo de MS y composición y producción de leche con el consumo de EG, pueden estar asociadas a factores inherentes a los animales experimentales como son: los requerimientos nutricionales para mantenimiento y factores genéticos asociados a la producción de leche.    

Las producciones de leche fueron semejantes entre las razas evaluadas, sin embargo en la dieta con EG, la producción de la raza Alpina, estuvo por debajo de la observada para la raza Saanen. De acuerdo con Mourad (2001) y Crepaldi et al (1999) quienes en conjunto evaluaron más de 1300 lactancias de cabras Alpinas la producción de leche para esta raza varia entre 1.8 y 2.4 litros/animal/día. En el caso de los animales Saanen, Alavarse (2003) reporta para Brasil,  producciones promedio de 2.7 litros/animal/día. Las producciones encontradas en este trabajo, están por debajo de los promedios reportados para estas razas, la razón para estas bajas producciones están asociadas a la calidad de la dieta consumida. El NRC (1981) recomienda que las dietas para cabras en lactancia deben contener entre 14% a 16% de PB. En este experimento las dietas finales aportaron entre 9 y 10% de PB (tabla 1), dado que el 40% de la ración estuvo constituida por pasto Maralfalfa (Pennisetum hibridum) aportando 6.81% de PB.  

No fue verificado un efecto directo de las dietas sobre la producción de grasa y proteína  (Tabla 3). La reducción en el contenido de grasa y proteína con el incremento en la producción de leche es bien conocido (Emery, 1988). Este fenómeno fue claramente evidenciado en los resultados encontrados en este estudio. La razón por la cual los porcentajes de grasa y proteína en leche disminuyen cuando la producción aumenta, radica en que estos constituyentes lácteos se sintetizan a una tasa más lenta que las velocidades de síntesis de lactosa y leche (Pulina et al 2006). 

La producción de grasa para la raza Alpina varió entre 34.1 y 48.8 g/ litro, en tanto que, para la raza Saanen estos valores fluctuaron entre 41.6 y 45.6 g/litro. Estas cifras están dentro de los rangos reportados por la literatura (Greppi et al 2007).  Los porcentajes de grasa en la leche son principalmente afectados por las concentraciones de fibra en la ración y su digestibilidad. Santini et al (1992) reportó incrementos significativos en las concentraciones de grasa en leche de 2.48 a 3.32%, cuando la fibra en detergente ácido (FDA) incrementó de 14 a 26% en la ración. En el presente estudio, las concentración de FDA en las raciones fueron de 41.9, 42.4 y 43,1% para los tratamientos con ensilaje de maíz, sorgo y girasol, respectivamente. Dado que los consumos y las concentraciones de fibra en la raciones experimentales fueron muy semejantes entre las dietas no se encontraron diferencias en la producción de grasa (p>0.05) .   

Una revisión bibliográfica realizada por Sanz Sampelayo et al (2007), permite concluir, que las cabras son menos sensibles que las vacas a bajas concentraciones de fibra en la ración, niveles de fibra capaces de producir en las vacas el “síndrome de baja grasa”, en las cabras los porcentajes de grasa permanecen inalterados. Por otra parte, los mismos autores resaltan que dietas con diferentes relaciones forraje : concentrado, pero con similares consumos de energía, causan pequeños cambios en el contenido de grasa en leche.  Estas situaciones explicarían en gran medida los resultados encontrados para producción y composición de la leche.  

Las concentraciones de proteína en leche no se vieron influenciadas por las dietas. Para las cabras Saanen y Alpina, la concentraciones promedio para este componente fueron 32.1 y 32 g/litro, respectivamente. En varios estudios, la concentración de PB en la dieta no tiene influencia en el contenido de proteína en leche (Andrighetto et al 1989); Hadjipanayiotou y Photiou, 1995). Sin embargo, cuando las concentraciones de PB pasaron de un nivel bajo (14%, en base a la MS) a un nivel adecuado (17%, en base a la MS), la producción de leche se incrementó, sin registrarse cambios en las concentraciones de proteína en leche (Schmidely et al 2002). 

Como puede ser verificado en la tabla 4, los diferentes tipos de ensilajes no tuvieron efecto sobre las concentraciones de ácidos grasos (AG) presentes en la leche, a excepción, del ácido linoléico conjugado (CLA). Mayores proporciones de este ácido graso fueron encontradas en los animales que recibieron ES y EG. Es bien conocido el hecho de que dietas ricas en forrajes y la presencia de ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) en la dieta, favorecen positivamente las concentraciones de CLA en leche (Mele et al 2007). En este estudio, el 90% de la ración estuvo constituida por forrajes, variaciones en las proporciones de AGPI aportados por cada una de las especies en estudio pudieron ser las responsables de la menor concentración de CLA en la leche de los animales alimentados con EM. 

De acuerdo con Mele et al (2007), una misma fuente de grasa puede tener diferente efecto sobre el perfil de AG presentes en la leche, dependiendo del tipo de forraje con el que se suministre. Por ejemplo, la adición de aceite de girasol con una dieta basada en heno de gramínea llevó a un perfil de AG diferente de la obtenida con el mismo aceite adicionado a una dieta con ensilaje de maíz como alimento base. En el primer caso el ácido oleico y los AG de cadena ramificada se incrementaron, mientras que en el último caso el trans -10 18:1, el ácido esteárico y butírico se incrementaron (Chilliard y Ferlay 2004).  

Como se puede observar en la tabla 4, la leche de cabra es más rica en AG saturados que la leche de vaca y presenta mayores concentraciones de los AG capróico (C6:0), caprílico (C8:0) y caprico (C10:0). Estos ácidos son los responsables del olor y sabor característicos de los productos derivados de la leche de cabra. A pesar de que la leche de cabra es más rica en AG saturados, estos no ejercen  el mismo efecto sobre las concentraciones de colesterol en plasma. El ácido mirístico (C14:0), el cual es abundante en la leche de vaca (14%), es el AG más colesterolémico, seguido por el ácido palmítico (C16:0) y el laúrico (C12:0), en tanto que el esteárico (C18:0) parece tener poco efecto en el incremento del colesterol (Katan et al 1995). Los efecto del ácido caprílico (C8:0) y cáprico (C10:0) no están bien documentados, pero se ha encontrado que son menos colesterolémicos que el ácido láurico (Tsai et al 1999).  

Diferentes autores (Ramos y Juárez 1986); Iverson y Sheppard 1989) proponen la relación de AG C12:C10 para determinar la autenticidad de la leche caprina. Esta relación debe ser superior a 0.5. En este experimento la relación promedio entre estos dos ácidos grasos fue de 0.71, 0.72 y 0.66 para los animales que consumieron EG, EM y ES, respectivamente.

Indicadores del metabolismo energético 

La ausencia de diferencia  estadística para los metabolitos glucosa, triglicéridos y lipoproteínas de muy baja densidad (VLDL) indica que tanto la raza como la dieta tuvieron limitado efecto sobre estos parámetros (Tabla 5). Los niveles de glucosa sanguínea están directamente relacionados con el balance energético del animal. Niveles de 52 mg/dL, se consideran normales en cabras, valores inferiores a 46 mg/dL indican una cetosis subclínica y durante la cetosis estos valores pueden llegar a 25 mg/dL (Herdt, 1988).  

Las concentraciones de triglicéridos y colesterol se ubicaron en el rango de los 23 a 30 mg/dL y 128 a 226 mg/dL, respectivamente. Las concentraciones normales para estos metabolitos se ubican entre 10 y 29 mg/dL y 69,2 y 239 mg/dL, respectivamente (Manual Merck, 1993). Incrementos en los niveles de triglicéridos y colesterol sanguíneos están asociados a balances energéticos positivos y adecuados planos nutricionales (Mazur et al 2009).  

El principal metabolito indicador del estatus metabólico del animal es el beta hidroxibutirato (BHBO). Niveles de este compuesto en el suero sanguíneo iguales o superiores a 7 mg/dL indican un balance energético negativo (Payne y Payne, 1987). En este estudio los niveles de BHBO estuvieron entre 3.1 y 5.6 mg/dL.  Estas concentraciones evidencian que los animales no tuvieron que recurrir a sus reservas corporales de grasa para sostener los niveles de producción alcanzados. 

De una forma general, los metabolitos relacionados con el balance energético no evidencian un déficit en el consumo de energía por parte de los animales experimentales en todos los tratamientos. Las dietas se mostraron adecuadas para los niveles de producción registrados.

Indicadores del metabolismo proteico y funcionamiento hepático 

La formación de urea es el resultado final del metabolismo del nitrógeno. Incrementos en los niveles sanguíneos en cabras (> 20 mg/ dL) están asociados a excesos de proteína en la dieta, daños renales y hepáticos. Por otra parte, bajas concentraciones (< 10 mg/dL) se relacionan con dietas pobres en proteínas y malnutrición (Manual Merck (1993)). Los resultados encontrados en este experimento para este metabolito se encontraron entre 12 y 18.5 mg/dL, indicando un adecuado aporte de proteína por parte de las dietas experimentales (Tabla 6).  

La relación entre las concentraciones de nitrógeno uréico en sangre (BUN) y los porcentajes de proteína en leche pueden constituirse en un mecanismo para determinar desbalances ruminales de energía y proteína (Wittwer, 2000). Altos niveles de BUN son asociados a excesos de proteína en la dieta o a bajos aportes de energía en la ración. Por otra parte, reducciones en las concentraciones de proteína en leche son el resultado de bajos aportes energéticos en la dieta.  En este experimento tanto las concentraciones de BUN como de proteína en leche se encontraron dentro de los rangos normales para las dos razas de cabras, indicando sincronización ruminal y adecuado aporte de PB y energía en las dietas experimentales. 

La albúmina es considerada el indicador más sensible para evaluar el estatus nutricional proteico. Valores persistentemente bajos sugieren inadecuado consumo de proteínas, en casos de subnutrición severa, la albuminemia puede caer a niveles menores de 2 g/dL. En este experimento los niveles de albúmina estuvieron por encima de 2.6 g/dL. Estos valores concuerdan con lo discutido para las concentraciones de BUN. 


Consideraciones finales


Agradecimientos

Los autores expresan su agradecimiento al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de la República de Colombia por la financiación de esta investigación.


Bibliografía

Abijaoudé J A, Morand-Fehr P, Tessier J, Schmidely P and Sauvant D 2000 Contribution of main and secondary meals to the daily intake of stall-housed Dairy goats in midlactation. In: Ledin, I. And Morand-Fehr, P.(eds) Sheep and Goats Nutrition: Intake, Digestion, Quality of Products and Rangeland. Cahiers Options Méditerranéennes, 52: 33–37. 

Alavarse Z M  2003 Desempenho e qualidade do leite de cabras saanen alimentadas com diferentes relações volumoso:concentrado, no pré-parto e lactação. Universidade Estadual de Maringá. Diss. M.Sc. Universidade Estadual de Maringa, Maringa, Paraná, Brasil. http://www.capritec.com.br/pdf/mestrado_maximiliane.pdf  

Andrighetto I, Ramanzin M, Tealdo E and Dalvit P 1989 Impiego di diete complete  a diverso tenore proteico nell’alimentazione di capre da latte. Zootecnica e  Nutrizione Animale, 15: 661–671. 

Avondo M,  Bonanno A, Pagano R I, Di Grigoli A, Giambalvo D andAlicata M L 2007 Goat intake, diet selection and milk quality as affected by grazing time of day. Options Mediterranéennes. Serie A: Seminaires Mediterranéennes, 74: 67-71. 

Brown-Crowder I E, Hart S P, Cameron, M, Sahlu T and Goetsch A L 2001 Effects  of dietary tallow level on performance of Alpine does in early lactation. Small Ruminant Research, 39: 233–241. 

Castañeda-Gutiérrez E, Pelton S, Gilbert R and Butler W 2009  Effect of peripartum dietary energy supplementation of dairy cows on metabolites, liver function and reproductive variables.  Animal reproduction science, 112(3-4): 301-315. 

Ceballos A, Gómez P, Vélez M, Villa N y López L 2009  Variación de los indicadores bioquímicos del balance de energía según el estado productivo en bovinos lecheros de Manizales, Colombia. Revista Colombiana de Ciencias Pecuarias, 15(1): 13 - 22. 

Chilliard Y and Ferlay A 2004 Dietary lipids and forages interactions on cow and goat milk fatty acid composition and sensory properties. Reproduction, Nutrition, Development, 44: 467–492.  

Church, D C 1993 The ruminant animal: Digestive physiology and nutrition. Prospect Heights, IL: Waveland Press, Inc. 564 p.

Crepaldi  P,  Corti  M and Cicogna  M 1999  Factors affecting milk production and prolificacy of  Alpine goats in Lombardy (Italy). Small Ruminant Research 32: 83-88

Domingue B, Dellow D and Barry T 1991 The efficiency of chewing during eating and ruminating in goats and sheeps. British Journal of Nutrition, 65:355-363.  

Emery R S 1988 Milk fat depresión and the influence of diet on milk composition.  The Veterinary Clinics of North America. Food Animal Practice, 4: 289–305.

Fallon J V O, Busboom J R, Nelson M L and Gaskins C T 2007  A direct method for fatty acid methyl ester synthesis: Application to wet meat tissues, oils, and feedstuffs. Journal of Animal Science, 85: 1511 -1521 http://jas.fass.org/content/85/6/1511.full.pdf  

Goetsch A L, Detweiler G, Sahlu T, Puchala R and Dawson L J 2001 Dairy goat Performance with different dietary concentrate levels in late lactation. Small Ruminant Research, 41: 117–125. 

González F 2000 Uso de perfil metabólico para determinar status nutricional em gado de corte. En González F., J. Barcellos, H. Ospina y L. Ribeiro (Eds.) Perfil Metabólico em Ruminantes: Seu Uso em Nutrição e Doenças Nutricionais. Universidade Federal do Rio Grande do Sul. Porto Alegre, Brasil. 106 p. http://www6.ufrgs.br/favet/lacvet/restrito/pdf/perfil%20nutricional%20ruminantes.pdf  

Grande P A y Tadeu G  2008 O uso do perfil metabólico na nutrição de vacas  leiteiras. Disponible en: http://www.nupel.uem.br/perfilmetabolico-vacas.pdf  

Greppi G, Roncada P and Fortin R 2007 Protein components of goat’s milk In: Dairy goats feeding and nutrition. Ed: Cannas A and Pulina G. Bologna, Italy 293 p. 

Hadjigeorgiou, I E, Gordon I J and Milne J A 2003 Intake, digestion and selection of Roughage with different staple lengths by sheep and goats. Small Ruminant Research, 47: 117–132. 

Hadjipanayiotou M and Photiou A 1995 Effects of protein source and level on performance of lactating Damascus goats in negative energy balance. Small Ruminant Research, 15: 257–263. 

Herdt T H 1988 Fuel homeostasis in the ruminant. Veterinary Clinics of North America: Food Animal Practice, 4: 213 ­ 231. 

Herrera L R, Vargas C F, Boschini C and Chacón A 2009  Variación bromatológica de la leche de cabras Lamancha alimentadas con diferentes forrajes.  Agronomía Mesoamericana 20(2): 381-390. 

Hussain Q, Havrevoll O, Eik L O and Ropstad E 1996  Effects of energy intake on plasma glucose, non-esterified fatty acids and acetoacetate concentration in pregnant goats Small Rumin Research  21 (2): 89-96. 

IDEAM 2001 Mapas de intensidad y tipos de procesos de degradación de suelos y tierras en Colombia. Sección Atlas. http://www.ideam.gov.co/  

Iverson J L and Sheppard A J 1989 Detection of adulteration in cow, goat, and sheep cheeses utilizing gas-liquid chromatographic fatty acid data. Journal of Dairy Science, 72:1707-1712. http://download.journals.elsevierhealth.com/pdfs/journals/00220302/PIIS0022030289792857.pdf  

Katan M B, Zock P L and Mensink R P 1995 Dietary oils, serum lipoproteins, and coronary heart disease. American Journal of Clinical Nutrition, 61: 1368S – 1373S. 

Kimura F T and Miller V L 1957 Chromic oxide measurement. Improved determination of chromic oxide in cow feed and feces. Journal Agriculture Food Chemistry, 5: 216-232.   

Malkomesius P E and Nehring K 1951 Chemische untersuchung von futtermitteln. Page 15 in: Handbuch der landwirtschaftliegen Versuchs-und Untersuchungsmethodikt. R. Herrmann, ed. Neumann Verlag, Berlin, Germany.  

Mazur A, Ozgo M and Rayssiguier Y 2009 Altered plasma triglyceride-rich lipoproteins and triglyceride secretion in feed-restricted pregnant ewes. Veterinarni Medicina, 54 (9): 412 – 418. http://www.vri.cz/docs/vetmed/54-9-412.pdf  

Mele M, Conte G, Serra A, Buccioni A and Secchiari P 2007 Relationship Between β-lactoglobulin polymorphism and milk fatty acidcomposition in milk of Massese dairy ewes. Small Ruminant Research, 73: 37–44.  

Merck & Co. Inc 1993 El manual Merck de Veterinaria. 4ta ed. Ed. Océano/Centrum. España. 2092 p.  

Mishra S and Rai S N 1996 Effects of different RDP and UDP ratios on voluntary intake, milk production and feed conversión efficiency in lactating goats. Small Ruminant Research, 20, 31–38. 

Mourad M 2001 Estimation of repeatability of milk yield and reproductive traits of Alpine goats under an intensive system of production in Egypt. Small Ruminant Research, 42:1-4.  

NRC. 1981. Nutient Requirements of Goats: Angora, Dairy, and Meat Goats in Temperate and Tropical Countries. National Academy Press, Washington, D.C.

Payne J M and Payne S 1987 The metabolic profile test. Oxford, University press, New York, 179 p.

Pulina G, Nudda A, Battacone G and Cannas A 2006 Effects of nutrition on sheep Milk content of fat, protein, somatic cell count, aromatic compounds and undesirable substances. Animal Feed Science and Technology, 131: 255–291.  

Ramos M and Juarez M 1986 Chromatographic, electrophoretic and immunological methods for detecting mixtures of milks from different species. In: IDF Document 202. International Dairy Federation, Brussels, pp. 175–187.  

Ribeiro L, Damasceno J, Cecato U, Jobim C, Santos G, Macedo F y Macedo L 2008 Produção, composição do leite e constituintes sangüíneos de cabras alimentadas com diferentes volumosos. Arquivo Brasileiro de Medicina Veterinária e Zootecnia, 60 (6): 1523-1530. http://www.scielo.br/pdf/abmvz/v60n6/32.pdf  

Ríos C, Marín M P, Catafaul M y Wittwer F 2006  Concentraciones sanguíneas de ß-hidroxibutirato, NEFA, colesterol y urea en cabras lecheras de tres rebaños con sistemas intensivos de producción y su relación con el balance nutricional.  Archivos Medicina Veterinaria, 38 (1): 19 – 23. http://www.scielo.cl/pdf/amv/v38n1/Art03.pdf

Santini F J, Lu C D, Potchoiba M J and Fernandez J M 1992 Dietary fiber and milk  yield, mastication, digestion, and rate of pasaje in goats fed alfalfa hay. Journal of Dairy Science, 75: 209–219. http://download.journals.elsevierhealth.com/pdfs/journals/00220302/PIIS0022030292777558.pdf  

Sanz Sampelayo M R, Chillard Y, Schmidely P and Boza J 2007 Influence of type of diet on the fat constituents of goat and sheep milk. Small Ruminant Research, 68: 42–63. 

SAS 2002 User’s Guide: Statistics. Version 9.1.3. SAS Inst., Inc., Cary, NC, USA.  

Schmidely P, Meschy F, Tessier J and Sauvant D 2002 Lactation response and  nitrogen, calcium, and phosphorus utilization of Dairy goats differing by the genotype for αs1-caseinin milk, and fed diets varying in crude proteína concentration. Journal of Dairy Science, 85: 2299–2307. http://download.journals.elsevierhealth.com/pdfs/journals/00220302/PIIS0022030202743105.pdf  

Tsai Y H, Park S, Kovacic J and Snook J T 1999 Mechanisms mediating lipoprotein responses to diets with medium-chain triglyceride and lauric acid. Lipids, 34: 895–905. 

Van Soest P J 1982 Nutritional ecology of the ruminant. Cornell University Press, Ithaca, NY, USA. 375 p. 

Varas M, Ricarte R A y Chagra EP 2007  Concentraciones de metabolitos sanguíneos en cabras criollas con sistemas extensivos de producción en el SO de La Rioja, Argentina. APPA - ALPA - Cusco, Perú. http://www.produccion-animal.com.ar/produccion_caprina/produccion_caprina/102-Varas_Metabolismosanguineo.pdf  

Williams C H, David D J and Iismaa O 1962 The determination of chromic oxide in feces samples by atomic absorption spectrophotometry. Journal of Agriculture Science, 59 (3): 381-385. 

Wittwer F 2000 Empleo Estratégico de Indicadores Bioquímicos en el Control de problemas metabólicos nutricionales en bovinos. En: XIII Reunión Científico Técnica. Asociación Argentina de Veterinarios de Laboratorios de Diagnóstico. Merlo, San Luis, Argentina.  



Received 15 August 2011; Accepted 13 October 2011; Published 4 November 2011

Go to top