Livestock Research for Rural Development 2 (2) 1990

Citation of this paper

Determinación del nivel óptimo de proteína al utilizar cachaza de palma africana como fuente de energía en raciones para cerdos de engorde

Alvaro Ocampo Durán, Clara E. Castro, Luis C. Alfonso

Universidad del Llano, Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, Departamento de producción Animal. AA 3358, Villavicencio, Colombia.  

Abstract

A feeding trial was carried out on a commercial pig farm located in Villavicencio - Meta, 400 m above sea level, 24°C average temperature, 70% relative humidity and 3500 mm anual rainfall.

Fourty pigs, commercial crosses of Yorkshire x Landrace with equal numbers of males and females, of average liveweight 20 kg, were distributed at ramdom into four groups. The basal diet was ad libitum oil palm residue (23% oil, 5% N x 6.25, 15% fibre). The treatments were different amounts of fortified soyabean meal (FSM) (98.6% soyabean meal plus minerals and vitamins) as follows: T0 (control) 0.50, 0.64 and 0.9 kg/d FSM in the three phases of rearing, growth and fattening respectively; Th, Tm and Tl received amounts of 0.64, 0.57 and 0.50 kg/d of FSM given uniformly throughout the three phases of the fattening cycle.

For the total cycle (22 to 90 kg), the treatment with best performance was T0 (558 g/d) followed by Tm, Th and Tl with 545, 532 and 505 g/d, with no significative difference between the treatments. The highest intake of oil palm residue was on Tl (2.566 kg/d) followed by Th, T0 and Tm with 2.45, 2.33 and 2.23 kg/d, respectively.

The conclusion from this experiment is that when the basal diet is low in protein, and the greater part of the required amino acids have to be supplied by soybean meal, then much lower levels of total protein are required (200 g/animal/d throughout the growth-fattening cycle) compared with when cereal grain diets are used. This permits considerable savings in costs and makes it economically viable to use byproducts such as oil palm residue as the basis of pig production systems.

Key words: Oil palm residue, pigs, growth, restricted protein.

Resumen

El trabajo se realizó en una granja porcina ubicada en el municipio de Villavicencio, Departamento del Meta, a 400 msnm, temperatura promedio 24°C, humedad relativa de 70% y precipitación anual de 3.500 mm. Se utilizaron 40 cerdos, 20 hembras y 20 machos de 22 kg en promedio cada uno, cruce comercial de las razas Yorkshire x Landrace. Los animales se distribuyeron al azar en cuatro grupos y recibieron una dieta básica de cachaza de palma a voluntad (Ocampo et al 1990). Los tratamientos consistieron en diferentes aportes de proteína (torta de soya) según el siguiente esquema: T0 (Testigo): 0.55 kg/d de torta de soya fortificada (TSF) en el levante, 0.64 kg en el desarrollo y 0.90 kg en la ceba. Los tratamientos Ta, Tm y Tb recibieron 0.64 ,0.54 y 0.50 kg/d respectivamente de TSF en forma constante durante las tres fases.

Teniendo como referencia el ciclo total o fase consolidada (22 a 90 kg) el tratamiento que empleó el menor tiempo en alcanzar el peso final fue el T0 con 121 días, seguido del Tm, Ta y Tb con 124, 126 y 135 respectivamente.

La mayor ganancia diaria de peso fue obtenida por el tratamiento testigo (T0) con 0.558 kg, seguido del Tm, Ta y Tb con 0.545, 0.532 y 0.505. No hubo diferencia significativa entre los tratamientos, a pesar de recibir cada uno diferentes niveles de proteína. El mayor consumo de cachaza se presentó en el Tb con 2.56 kg/d, seguido del Ta, T0 y Tm con 2.45, 2.33 y 2.23 kg respectivamente.

La conclusión mas importante de este ensayo, se relaciona con los mejores rendimientos biológico-económicos obtenidos con los tratamientos con menores niveles de proteína en la dieta, sustentando de esta manera la viabilidad del uso de la cachaza de palma en la alimentación del cerdo, en combinación con niveles restringidos de proteína.

Palabras claves: Cachaza de palma africana, cerdos, levante, ceba, proteína restringida

Introducción

La información obtenida hasta el momento, nos ha indicado el potencial de la cachaza de palma como fuente de energía utilizándola en la alimentación del cerdo, que al ser complementada con una fuente proteica, ofrece la posibilidad de obtener buenos rendimientos (Ocampo et al 1990). Sin embargo, el incremento en el costo de las fuentes de proteína se presenta como un obstáculo permanente para el sostenimiento de una tecnologia que sea rentable. Es por esta razón que es importante determinar el nivel mínimo de proteína, que nos permita obtener unos rendimientos biológicos y económicos favorables al productor.

En la medida que demostremos con resultados, que los niveles teóricos requeridos de proteína pueden sufrir ajustes, cuando estamos buscando una tecnologia sostenible para los países tropicales, basados en productos y subproductos de nuestros recursos, no competitivos con el hombre, podremos entender las grandes posibilidades de desarrollar explotaciones técnicas y económicamente productivas.

La utilización de la cachaza de palma suplementada con niveles mínimos de proteína, hace que esta alternativa de alimentación sea sostenible, y ofrezca la posibilidad de integración del sector agrícola y pecuario como un sistema integral de producción, el cual beneficiaria la producción de alimento, necesidad vital de un esquema de desarrollo.

Es importante recordar, que la cachaza es el contenido solido del decantador o tamiz vibratorio, que filtra el aceite crudo después de que este sale de la prensa. Es de color amarillo, su consistencia es fibrosa, su olor es dulzon y al tacto es grasosa (Ocampo et al 1990).

Composición de la cachaza:

materia seca, 95.3%
proteína, 5.25%
grasa cruda, 23.1%
fibra cruda, 15.1%
cenizas,1.94%

La grasa existente en la cachaza tiene las mismas características que la grasa de la pulpa, cuya composición de ácidos grasos es: ácido mirístico 1.6%, palmítico 45.3%, esteárico 5.1%, oléico 38.7% y ácido linoléico 9.2%.

Revisión de literatura

Hasta hace poco tiempo los ingredientes para las dietas de los cerdos procedían de un margen muy estrecho de media docena de ingredientes perfectamente comprobados. Los factores económicos y la situación mundial de abastecimiento de alimentos han forzado a la industria a adoptar un punto de vista mas flexible, respecto a los potenciales compuestos para la dieta de los cerdos. La mayoría de los productos desacostumbrados son extraños, simplemente porque todavía no se han probado en forma comprensible (Whittemore 1978).

Aunque los animales omnívoros consumen tanto plantas como tejidos animales, su digestión es principalmente de naturaleza enzimática, como la de los carnívoros. El cerdo se considera usualmente como carnívoro, pero bajo domesticación es esencialmente herbívoro y existe considerable degradación microbiana de material vegetal en su intestino grueso (Dukes y Swenson 1981).

A pesar del hecho de que ciertos lípidos son componentes esenciales de los tejidos animales, el conocimiento de que los carbohidratos fácilmente pueden convertirse en grasas y que los componentes lípidos esenciales como fosfolípidos y colesterol se sintetizan en forma natural en el organismo, llevo a pensar que los lípidos como tales no se requerían en la dieta. Este punto de vista cambió cuando investigadores encontraron anomalías en los animales cuando se les restringía de la dieta los ácidos linoléico, araquidónico y linolénico. En general ninguno de estos puede ser sintetizado por los tejidos de los mamíferos (Raake 1970). Los ácidos graso esenciales se encuentran distribuidos en las grasas o aceites de soya, algodón, maíz y palma africana principalmente (Maynard 1988).

Actualmente se reconoce que algunos ácidos grasos saturados son nutricionalmente esenciales en el sentido en que este termino de ha aplicado a algunos aminoácidos en conexión con el metabolismo de las grasas. Se ha aceptado por los nutricionistas que fuera de las diferencias en potencial vitamínico, todas las grasas tienen el mismo valor nutritivo, excepto los considerados esenciales (Pardo y Moreno 1971).

La palma africana es la oleaginosa que mayor cantidad de aceite produce por unidad de superficie. Con un contenido de aceite del 50% (en la pulpa) se producen por hectárea al año 3000 a 5000 kg de aceite de pulpa, además de 600 a 1000 kg procedente de la almendra (Vallejo 1979). El promedio nacional para Colombia es de 4 toneladas de aceite/ha/año (Fedepalma 1984).

Si comparamos la palma con otras oleaginosas podemos decir que: la semilla de algodón tiene un rendimiento del 16% y se dedica en un 100% a aceites; la soya rinde un 17% y el 100% es para aceites; al igual que el ajonjolí cuyo rendimiento en aceites es del 50%; la palma africana rinde un 18% (pulpa) y la almendra rinde un 50% de aceite (Tamayo 1984). Los principales países productores de aceite de palma africana son: Malasia e Indonesia (Asia), Costa de Marfil (africa) y Colombia (América) (Fedepalma 1984).

La palma es un cultivo que ofrece amplias ventajas con relación a otros renglones de la producción agrícola, tales como:

El aceite de palma es sólido a temperatura ambiente. Los requisitos para la liberación del aceite de palma del fruto son una desintegración física del mesocarpio y una temperatura y homogenización de los constituyentes de la grasa (Hartman 1986). El valor promedio de los ácidos grasos en el aceite de palma africana son:

ACIDOS GRASOS ACEITE DE PULPA % ACEITE DE ALMENDRA %
Linoléico 9.2 1.7
Oléico 8.7 12.6
Esteárico 5.1 2.5
Palmítico 45.3 7.8
Láurico   15.7
Cáprico   47.3
Caprílico   4.1
Capróico   4.3

Fuente: Pardo y Moreno 1971

 

Dentro del proceso de extracción del aceite de palma africana existe un residuo que contiene alguna cantidad de aceite mas fibra y es conocido como cachaza, el cual es desaprovechado por resultar muy costoso la extracción del aceite residual . La cachaza como fuente de alimento animal no ha sido utilizada debido al desconocimiento de sus componentes y es tratada como desecho de las plantas extractoras de aceites (Vallejo 1979).

Se ha utilizado la cachaza de palma africana en la alimentación de porcinos de engorde, utilizándola como fuente de energía en reemplazo de cereales y suplementada con niveles de proteína acordes con la fase de desarrollo, según requerimientos nutricionales (NRC 1988). Con consumos de 3.0 kg/d de cachaza y el suplemento de proteína, se han logrado incrementos de peso promedio de 0.650 kg diarios. Además se han superado los niveles de rentabilidad de los sistemas tradicionales (Ocampo et al 1990).

Materiales y métodos

El estudio se realizó en la hacienda los Tobitos, en el municipio de Villavicencio, departamento del Meta. La región esta clasificada como bosque húmedo tropical, temperatura promedio de 25°C, precipitación anual de 3500 mm, humedad relativa del 80% y una altura de 400 msnm.

Se utilizaron 40 porcinos cruces de landrace x yorkshire, se vermifugaron al inicio del ensayo , se les controló ectoparásitos y se pesaron individualmente cada 15 días. Fueron distribuidos en cuatro grupos al azar. El ciclo de vida del cerdo fue dividido en tres fases, levante (20-35 kg), desarrollo (35-60 kg) y ceba (60-90 kg).

Los tratamientos fueron diseñados para encontrar el nivel mínimo de proteína, utilizando cachaza de palma a voluntad durante todo el ciclo de engorde.

Tabla 1: Los tratamientos
Tratamiento ---------------------------------- Nivel de TSF (kg/d) ----------------------------------
  levante desarrollo ceba promedio
T0 0.55 0.64 0.90 0.70
Ta 0.64 0.64 0.64 0.64
Tm 0.57 0.57 0.57 0.57
Tb 0.50 0.50 0.50 0.50

TSF: 986 kg torta de soya (46% de proteína), 10 kg de fosfato bicálcico, 2 kg de cloruro de sodio, 2 kg de premezcla vitaminas y minerales.

 

Se utilizó un diseño de bloques completamente al azar, realizándose análisis de varianza para cada una de las fases y para el ciclo completo o fase consolidada. Las variables dependientes fueron el peso individual, ganancia diaria de peso vivo, conversión alimenticia, consumo de cachaza y el numero de días para alcanzar el peso final.

Resultados y discusión

Para facilitar el análisis de la información, se presentaran los resultados para cada una de las fases en estudio y la fase consolidada (Tablas 2, 3, 4 y 5).

Tabla 2: Resultados promedios para cada tratamiento durante la fase de levante
Detalle ------------------------------ Tratamiento ------------------------------  
  T0 Ta Tm Tb ESmed(Prob)
Número de cerdos(1) 9 9 10 10  
Número de días 39 43 45 47 ±2.1(.05)
Peso vivo, kg          
- Inicial 22.7 22.9 22.8 22.1  
- Final 35.1 35.2 35.1 35.1  
- Aumento diario 0.319 0.286 0.273 0.275 ±0.092(NS)
Consumo, kg/d          
- TSF 0.55 0.64 0.57 0.50  
- Cachaza 1.22 1.30 1.20 1.28  
- Conversión (MS) 4.9 6.1 5.8 5.8  

(1) Se descartaron dos cerdos (uno en cada uno de los tratamientos T0 y Ta).

 

Durante esta fase el tratamiento testigo presento los mejores rendimientos, a pesar de que no recibió el nivel mas alto de proteína, lo que nos esta corroborando la gran importancia de un buen balance de la energía y la proteína en el rendimiento productivo del cerdo. El cerdo responde a la relación de energía y proteína ajustando su consumo voluntario de cachaza , como lo podemos apreciar en el tratamiento Ta, el cual respondió con un mayor consumo de cachaza a su mayor consumo de proteína. A pesar de lo anterior no presentó los mejores rendimientos.

En la fase de desarrollo (Tabla 3), todos los tratamientos presentaron rendimientos superiores a los de la fase anterior, demostrando el cerdo una mayor capacidad y eficiencia en el manejo de la dieta. En esta fase el mejor rendimiento lo presento el tratamiento Tm el cual, como en la fase anterior no fue el que recibió el nivel de proteína mas alto. La conversión alimenticia mejoró considerablemente en la fase de desarrollo y a pesar del nivel relativamente alto de fibra la respuesta animal fue buena.

Tabla 3: Resultados promedios para cada tratamiento durante la fase de desarrollo
Detalle T0 Ta Tm Tb ESmedio(Prob)
Número de animales 9 9 10 10  
Número de días 41 41 39 43 ±1.9(NS)
Peso vivo, kg          
- Inicial 35.1 35.2 35.1 35.1  
- Final 60.2 60.2 60.0 60.3  
- Aumento diario 0.611 0.609 0.637 0.587 ±0.027(NS)
Consumo, kg/d          
- TSF 0.64 0.64 0.57 0.50  
- Cachaza 2.06 2.16 2.13 2.28  
Conversión (MS) 3.9 4.1 3.8 4.2  

 

Tabla 4: Resultados promedios para cada tratamiento durante la fase de ceba
Detalle T0 Ta Tm Tb ESmedio(Prob)
Número de cerdos 9 9 10 10  
Número de días 41 42 40 45 ±1.68(NS)
Peso vivo, kg/d          
- Inicial 60.2 60.2 60.0 60.3  
- Final 90.2 90.0 90.4 90.3  
- Aumento diario 0.731 0.710 0.762 0.665 ±0.018(NS)
Consumo, kg/día        
- TSF 0.90 0.64 0.57 0.50  
- Cachaza 3.66 3.91 3.60 4.18 *
Conversión (MS) 5.6 5.7 4.9 6.3 *

 

Los resultados de la fase de ceba, muestran nuevamente que el tratamiento con el mayor nivel de proteína, no obtiene necesariamente los mejores rendimientos. El tratamiento Tm, a pesar de que recibió 0.330 kg/d menos de TSF, presentó los mejores ganancias.

En esta fase los rendimientos fueron superiores a los obtenidos anteriormente, demostrando así que el cerdo a medida que aumenta en su desarrollo, mejora la capacidad de manejar dietas como la propuesta en este trabajo. El mayor consumo de cachaza lo presentó el tratamiento Tb, de menor nivel de proteína. El consumo de cachaza se incrementó progresivamente con el peso del cerdo.

Para hacer un análisis del comportamiento del cerdo durante todo el ciclo de engorde, se tabularon los resultados de las tres fases en una sola, denominada consolidada.

Tabla 5: Resultados promedios para cada tratamiento durante la fase consolidada
Detalle T0 Ta Tm Tb ESmed(Prob)
Número de cerdos 9 9 10 10  
Número de días 121 126 124 135 ±3.3(.05)
Peso vivo, kg          
- Inicial 22.7 22.8 22.8 22.1  
- Final 90.2 90.0 90.4 90.3  
- Aumento diario 0.558 0.532 0.545 0.505 ±0.015(NS)
Consumo, kg/día          
- TSF 0.70 0.64 0.57 0.500  
- Cachaza 2.33 2.44 2.22 2.56  
Conversión (MS) 4.8 5.2 4.6 5.4  

 

El comportamiento productivo fue muy similar en todos los tratamientos. No se encuentran diferencias marcadas entre los niveles máximos y mínimos de proteína. El consumo de cachaza tendió a ser superior en el tratamiento de mayor restricción de proteína, y la duración del período de ceba y la ganancia de peso tendió a ser peor.

Análisis económico

Cuando se pretende determinar el nivel mínimo de proteína a utilizar en una dieta, tiene como fundamento buscar la disminución en los costos de alimentación, debido a que estas fuentes presentan alzas permanentes en su valor, y depender en alto grado de ellas hace poco viable la rentabilidad de la explotación.

Los tratamientos que recibieron los niveles mas bajos de proteína, obtuvieron las mejores utilidades durante el engorde de los cerdos. Considerando como factor fundamental que toda tecnología que se proponga para los países tropicales, debe tener un balance económico positivo, es posible considerar que la alimentación de porcinos de engorde, basada en la cachaza de palma y complementada con un nivel restringido de proteína, es un sistema viable y sostenible biológica y económicamente. En este sentido, los resultados apoyan la política que se ha avanzado respecto al uso de niveles restringidos de proteína cuando se alimentan los cerdos con jugo de la caña y cachaza (o melote), subproducto de la fabricación de panela (Sarria et al 1990).

Tabla 6: Balance económico para cada tratamiento (precios a agosto de 1990)
  --------------------------- Tratamientos ---------------------------
Detalle T0 Ta Tm Tb
Número de cerdos 9 9 10 10
Número de días 121 126 124 135
Valor, US$/cerdo        
- Costo 42.5 41.6 36.8 37.5
- Venta 54.0 53.7 54.1 54.5
- Margen 11.5 12.1 17.3 17.0

 

Conclusiones

Todos los tratamientos tuvieron un efecto biológico y económico positivo demostrando así, los beneficios del uso de la cachaza de palma como fuente de energía.

Suministrando cachaza de palma africana a voluntad como fuente de energía a cerdos de engorde, se puede ofrecer niveles de proteína mas bajos que los indicados hasta ahora en las tablas de requerimientos nutricionales del cerdo.

Agradecimientos

Este trabajo se realizó con el parcial apoyo financiero del proyecto de la Fundación Internacional de Ciencia (IFS) B/1629-1.

Referencias

Arenas D 1979 Algunas materias primas en la alimentación del cerdo. ICA INFORMA Bogotá, Colombia

Dukes H y M Swenson 1981 Fisiología de los animales domésticos. Tomo I.Ediciones aguilar. Madrid, España

FEDEPALMA 1984 Memorias del primer encuentro nacional de palma africana. 1a edición. Bogotá. Colombia Harper H 1980 Manual de química fisiológica. México

Hartley C W S 1986 La palma de aceite. Madrid España

Hartman P 1979 Desarrollo de las enzimas digestivas del lechón. Bailliere, Tindall y Cox. Londres

Ocampo A Reyes y Lozano 1990 Utilización de la cachaza de palma africana como fuente de energía en el levante desarrollo y ceba de cerdos. Investigación pecuaria para el desarrollo rural. Vol 2 Numero 1

Pardo S y Moreno E 1971 Caracterización de los ácidos grasos en el aceite de la palma africana. Dpto de química. Facultad de Ciencias. Universidad Nacional. Bogotá, Colombia. Tesis de grado

Sarria Patricia, Solano A y Preston T R 1990 Utilización de jugo de caña y cachaza panelera en la alimentación de cerdos. Livestock Research for Rural Development 2: en imprenta

Vallejo G 1979 Palma africana de aceite. Manual de asistencia técnica No 22. Palmira, Valle

Vallejo G y C Cassalett 1975 Perspectivas del cultivo de los híbridos del nolí y palma africana en Colombia. ICA Bogotá, Colombia

Whittemore C T 1978 Alimentación práctica del cerdo. Barcelona, España