Livestock Research for Rural Development 19 (6) 2007 | Guide for preparation of papers | LRRD News | Citation of this paper |
Se determinó la composición química de la necromasa foliar de 40 especies que son consumidas por ganado en la época de sequía que se extiende de octubre a junio. La metodología que se utilizó para identificar a las especies con potencial forrajero fue mediante preferencia animal, la cual se llevó a cabo mediante observación visual directa e incluyó dos dias por semana con dos muestreos por día, uno por la mañana y otro por la tarde. De cada especie consumida se colectaron ejemplares para su posterior identificación taxonómica.
El valor de PC varía de 4.91% para Euphorbia sp. a 22.48% para Pithecellobium unguis - cati, con un promedio de 10.01% ± 3.11%; el 77.5% presenta valores superiores a 8%. El contenido más alto de MO se encontró en Caesalpinia eriostachys con 95.22% y el mínimo Cordia sp. con 81.08% con una media de 90.02%±3.27. El valor mínimo para FDN fue de 22.60% en Spondias purpurea y de 55.60% en Casearia dolicophylla, con una media de 39.25% ±7.59. Para FDA la media fue 31.16% ±8.03, donde el valor máximo fue de 52.61% para la especie Amphipterygium adstringens y el valor mínimo de 13.67% para Mimosa egregia, finalmente respecto del nitrógeno en FDA el promedio fue de 1.45% ±0.48%, el valor mínimo fue mostrado por la especie Spondias purpurea con 0.64% y el máximo lo presentó Randia echinocarpa con un valor de 2.65%.
Esto demuestra que las especies arbóreas y arbustivas presentes en la Selva baja caducifolia representan un potencial como fuente de alimento y suplementación proteica para la ganadería, que esta en la mayoría de los casos por arriba del requerimiento de los bovinos y también por arriba del contenido proteico de los zacates, sobre todo en la temporada de estiaje en que éstos han completado su ciclo.
Palabras clave: árbol forrajero, arbusto forrajero, FDA, FDN, hojarasca, matería orgánica, necromasa foliar, nitrógeno en FDA, proteína, selva baja caducifolia, taxonomía
The chemical composition of the falling leaves of 40 species that were consumed by the cattle in dry season was determined. The methodology that was used to identified the species with potential forage was by animal preference, which was carried out by direct visual observation two days a week with two samples per day, one in the morning and one in the afternoon. Samples of every consumed specie were collected for a later taxonomic identification.
Protein value varies from 4.91% for Euphorbia sp. to 22.48% for Pithecellobium unguiscati, with an average of 10.01% ± 3.11%; the 77.5% has a value above 8%. The highest contened of organic matter was found in Caesalpinia eriostachys with 95.22% and lowest Cordia sp. with 81.08% and an average of 90.02%±3.27%. The mínimum value for Neuter Fiber (FDN) was 22.60% in Spondias purpurea and 55.60% in Casearia dolicophylla, with an average of 39.25% ±7.59. For Acid Fiber (FDA) the average was 31.16% ±8.03, where the maximum value was 52.61% for Amphipterygium adstringens and a minimum value of 13.67% for Mimosa egregia, finally with respect of nitrogen in FDA the average was 1.45% ±0.48%, the minimum value was showed by Spondias purpurea specie with 0.64% and the maximum was presented by Randia echinocarpa with a value of 2.65%.
These results demonstrate that the arboreal and shrublike present in Dry tropical represents a potential source of food and a protein supplement for livestock, wich is in the majority of the cases above of the bovine requeriments and above the protein content in the grasses, especially in dry season when they had completed their cycle.
Key words: ADF, dry tropical forest, falling leaves, NDF, necromass, protein, organic matter, shrub forage, taxonomy, tree forage
En México existe una gran diversidad de comunidades vegetales que han venido siendo substituidas por especies introducidas con el argumento de contrarrestar la falta de alimento para la producción animal, hecho que ha causado una pérdida elevada de biodiversidad a nivel de ecosistema, de especie y de genes, sin antes haber conocido su potencial (Soca et al 2003). Es obvia la necesidad forrajera para la producción animal, pero no se justifica la destrucción de los ecosistemas y del concepto del todo que los engloba como unidad funcional para implantar un sistema ajeno a los principios naturales donde la biodiversidad representa la estabilidad y el futuro de la comunidad. Es necesario entonces buscar alternativas que nos permitan justificar la presencia de la vida silvestre con diferentes enfoques de aprovechamiento sin ir más allá de la capacidad del sistema en función de su productividad y vocación.
La comunidad de la Selva baja caducifolia que se extiende por todo el occidente de México, se caracteriza por ser centro de endemismos y diversificación de muchas especies como las del género Bursera y leguminosas. Estas últimas se han diversificado de forma importante en la zona de la Cuenca del Balsas, donde se pueden encontrar elementos antiguos y modernos. Leucaena sculenta es un elemento importante, así como Macroptilium pedatum y varias especies endémicas de Lonchocarpus. La zona también es rica en especies de los géneros Acacia, Ipomea y Euphorbia (Rzedowski 1978; Rzedowski 1991).
En estudio de dos zonas sobre diversidad de especies en esta Depresión del Balsas se encontraron 24 especies para el Cerro de Turitzio ubicado en Huetamo, Mich. y 24 para la zona de Churumuco, Mich. (Ponce et al 2004). Las leguminas juegan también un papel importante en la fertilidad y mejoramiento de suelos por la fijación de nitrógeno (Deans et al 2003). Se ha demostrado que las especies arbóreas y arbustivas poseen un alto valor potencial como fuente de alimento y suplementación proteica mejor que los pastos; sin embargo, el manejo y uso requiere de conocimientos acerca de su preferencia, valor nutritivo (Pinto et al 2003) y su papel en el ecosistema pues es importante el retorno de los nutrientes de la materia orgánica en descomposición y su posterior reciclaje vía biomasa vegetal, el cual puede ser manipulado por la elección de especies, las leguminosas en general presentan altos niveles de nutrientes en su detritus, teniendo un papel muy amplio las especies en una comunidad (Jamaludheen y Mohan 1999), la asimilación de estos nutrientes por las plantas, también se reflejan en la calidad del forraje y en la estabilidad del ecosistema. Muchas de las especies presentes en el Bosque tropical caducifolio son consumidas por el ganado. Benezra et al (2003) encontró 17 en un estudio de preferencia en ramoneo. En todas las zonas ecológicas de América central y el Caribe existen especies arbóreas y arbustivas con potencial forrajero y valores superiores a la de los pastos que pueden producir elevadas cantidades de biomasa (Benavides 2003; Pinto et al 2003).
En otro estudio del trópico mexicano se reportó el uso de 14 leñosas forrajeras entre las que destacan por su contenido de PC Gliricidia sepium (23.8%), Enterolobium cyclocarpum (16.43%), Leucaena leucocephala (18.6%), Pithecellobium dulce (19.6%), Acacia fernesiana (24.0%) (Pinto et al 2002). Sin embargo, a pesar de que existe una variación en el contenido de nutrientes debido a diferentes factores entre los que destacan la edad de la planta, época del año, tipo de suelo, clima, estado fenológico, entre otros; las leñosas presentan valores superiores al mínimo necesario para la dieta de los rumiantes en lo que a proteína se refiere y tienen un papel importante en la alimentación durante el periodo seco (Araújo et al 2002). Observándose mejores ganancias de pesos en dietas que incluyen de 75 a 100% de follaje arbóreo (Sosa et al 2004). Las leñosas presentan menor variación en su composición química entre la temporada de lluvia y la de estiaje que las forrajeras herbáceas (González y Cáceres 2002). Ante estas dos vertientes por un lado la biodiversidad y por otro su aprovechamiento, se hace necesario definir un papel conciliatorio que permita el aprovechamiento del recurso forrajero, entre otros usos de la Selva baja caducifolia y la permanencia de la vida silvestre. Se estima que en México el 60% del total de la región tropical, esta cubierta por este tipo de vegetación, por lo que es evidente la importancia que tienen los estudios sobre los comunidades de este tipo (Ponce et al 2004). Se manejan diferentes propuestas para conciliar los puntos, como es el caso de los sistemas agroforestales (Murgueitio 2000; Soca et al 2003) y manejo holístico del recurso (Savory 1988) que necesariamente se tienen que revisar para integrar a la ganadería a las leyes que rigen el ecosistema.
Por lo que respecta al presente trabajo, la ganadería en el
municipio de la Huacana, Michoacán es una actividad que
impacta a la Selva baja caducifolia con la tala de árboles e
introducción de zacates, los cuales debido a su metabolismo
presentan una fase corta en calidad con respecto a las especies
arbóreas del bosque tropical seco. Las especies que abundan en
este tipo de vegetación presentan una fenología muy
variada, representan una fuente de alimento durante la temporada
lluviosa en forma de ramoneo y cuando caducan sus hojas, la
hojarasca (necromasa) es consumida durante el estiaje con buena
calidad nutritiva (González et al 2006; Carranza et al 2003). Esta cosecha que de manera regular se hace en
los agostaderos o áreas de reserva, que incluye a un variado
grupo de comunidades vegetales entre ellas la Selva baja
caducifolia, de la que poco se conoce acerca de su potencial
forrajero y otros usos, es la que sostiene a la ganadería
extensiva en esta región. Su estudio es determinante para
disminuir la deforestación no controlada, ya que
permitiría aprovechar las áreas boscosas en la
alimentación animal, en forma más racional (Zamora et al
2001). En su gran mayoría los estudios destacan el
papel de hojarasca como fuente de nutrientes en el suelo, pero poco
se sabe de su papel en la ganadería extensiva. El
propósito de este trabajo es conocer la composición
química de la hojarasca de las especies de la Selva baja
caducifolia que son consumidas por el ganado en la época de
estiaje.
El presente trabajo se realizó en el predio La Mesa del Bonete, municipio de la Huacana, Michoacán, pertenece a la provincia fisiográfica de la Sierra Madre del Sur (INEGI 1985). Sus coordenadas geográficas son 18° 57' 32" de latitud Norte y 101° 54' 41" de longitud Oeste. Se encuentra a 280 msnm, tiene una precipitación anual de 918.8 mm, presenta un clima cálido subhúmedo con lluvias de verano, con distribución de la temperatura tipo Ganges y un periodo de estiaje que se extiende de octubre a mayo. La vegetación que prevalece es Selva baja caducifolia con elementos de Selva baja espinosa caducifolia en el estrato arbóreo y arbustivo. En el estrato herbáceo abundan especies pertenecientes a las familias Compositae y Poaceae (García 1987, García 1989).
Las muestras de hojarasca se obtuvieron en base a un estudio de preferencia animal realizado mediante observación directa (Kaitho 1997, Ramírez 2003, Pinto et al 2003) a lo largo de la temporada de estiaje, época en que los animales tienen el mayor consumo de hojarasca. Inicio en octubre del 2005 y culminó junio del 2006 en una superficie de 8 hectáreas de Selva baja espinosa caducifolia. Se usaron de nueve animales con pesos de 250 a 350 kg entre hembras y machos, con componente racial Suizo-Cebú y Holstein-Cebú. El muestreo se realizó dos días por semana, cada día se observación se dividió en dos, un muestreo por la mañana y un muestreo por la tarde. El muestreo matutino se realizó de 6:30 a 8:30 y el vespertino de 15:00 y 17:00 horas. Durante cada muestreo se observaron a cinco animales tomados al azar generalmente los más cercanos a la vista y cada cinco minutos se registró que estaban comiendo.
Durante las observaciones se tomaron muestras de las especies consumidas para determinar su composición química y se colectaron ejemplares para su posterior identificación taxonómica, la cual se llevó a cabo en el herbario de la Facultad de Biología de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo.
Para determinar su composición química se tomaron muestras de hojarasca de al menos tres individuos de cada especie durante la temporada de estiaje y entre los meses octubre de 2005 a junio de 2006. Las muestras se depositaron en bolsas de papel y posteriormente se secaron en una estufa de aire forzado entre 55 y 60 °C hasta obtener peso constante. Una vez secas se molieron y se les determinó proteína cruda, materia seca, extracto etéreo, según los métodos descritos por AOAC (1990); además de las fracciones de fibra detergente neutro (FDN) y fibra detergente ácida (FDA) por medio de la técnica descrita por Van Soest et al (1991).
Los datos fueron analizados mediante estadística
descriptiva a través del paquete estadístico Statistica
versión 6 (StatSoft Inc. 2001)
Durante el estudio de preferencia animal durante la temporada de estiaje se observó un consumo de hojarasca de 40 especies leñosas de 82 registradas para el predio en estudio. Este grupo de especies corresponde a especies con hojas simples o compuestas lo suficientemente grandes como para ser levantados del suelo. El resto corresponde a especies con hojas lo suficientemente pequeñas como para no poder ser levantadas como hojarasca, pero si durante el periodo de lluvia por el ramoneo.
El número total de familias fue de 19, con un promedio de especies de 2.10 y una desviación estándar de 2.76. El número mínimo de especies por familia fue de una, agrupándose 12 familias con esta característica, en tanto que la familia Leguminosae exhibe ella sola 13 especies (Tabla 1, Figura 1)
Tabla 1. Taxonomía y composición química (% de materia seca) de la hojarasca de especies de la Selva baja caducifolia consumida por los bovinos durante la temporada de estiaje |
||||||||||
n |
Nombre común |
Familia |
Nombre científico |
MS |
Cenizas |
PC |
MO |
FDN |
FDA |
N en FDA |
1 |
Brasil |
Leguminosae |
Haematoxylon brasiletto |
96.26 |
8.94 |
6.03 |
91.06 |
32.98 |
33.09 |
1.50 |
2 |
Cansangre |
Leguminosae |
Apoplanesia paniculata |
94.72 |
8.15 |
12.38 |
91.85 |
51.24 |
31.61 |
1.55 |
3 |
Cansangre falso |
Leguminosae |
Coursetia glandulosa |
95.46 |
14.05 |
11.56 |
85.95 |
43.06 |
32.79 |
1.44 |
4 |
Cañafístula |
Bignoniaceae |
Tabebuia palmeri |
94.22 |
15.69 |
14.78 |
84.31 |
49.39 |
39.29 |
2.23 |
5 |
Caporal |
Rubiaceae |
Simira mexicana |
93.72 |
7.06 |
11.51 |
92.94 |
40.16 |
25.06 |
1.35 |
6 |
Chaos |
Sapotaceae |
Bumelia sp. |
94.66 |
6.67 |
13.33 |
93.33 |
35.57 |
26.99 |
1.34 |
7 |
Chirare |
Boraginaceae |
Cordia sp. |
94.17 |
18.92 |
6.12 |
81.08 |
36.09 |
33.63 |
0.81 |
8 |
Chirare falso |
Euphorbiaceae |
Croton repens |
95.29 |
10.17 |
10.21 |
89.83 |
34.87 |
38.90 |
2.12 |
9 |
Chucumpú |
Anacardiaceae |
Cyrtocarpa procera |
95.99 |
8.27 |
7.26 |
91.73 |
33.70 |
39.41 |
1.56 |
10 |
Cirián |
Bignoniaceae |
Crescentia alata |
93.60 |
9.17 |
8.49 |
90.83 |
38.39 |
29.86 |
0.91 |
11 |
Ciruelo |
Anacardiaceae |
Spondias purpurea |
93.81 |
12.56 |
4.93 |
87.44 |
22.60 |
23.96 |
0.64 |
12 |
Copal |
Burseraceae |
Bursera vellutina. |
95.15 |
13.70 |
8.23 |
86.30 |
43.14 |
48.67 |
1.60 |
13 |
Corongoro |
Rhamnaceae |
Zizyphus sonorensis |
93.76 |
10.67 |
8.16 |
89.33 |
49.77 |
37.10 |
1.47 |
14 |
Crucillo |
Rubiaceae |
Randia watsoni |
95.51 |
9.52 |
8.98 |
90.48 |
38.83 |
22.57 |
1.66 |
15 |
Crucillo chino |
Rubiaceae |
Randia echinocarpa |
95.56 |
6.77 |
10.35 |
93.23 |
41.04 |
29.04 |
2.65 |
16 |
Cuachalalate |
Julianaceae |
Amphipterygium adstringens |
94.06 |
6.02 |
7.21 |
93.98 |
44.38 |
52.61 |
1.88 |
17 |
Cueramo |
Boraginaceae |
Cordia elaeagnoides |
94.92 |
14.02 |
9.47 |
85.98 |
32.10 |
29.24 |
1.34 |
18 |
Detente con espinas |
Leguminosae |
Mimosa egregia |
94.32 |
10.17 |
10.13 |
89.83 |
24.22 |
13.67 |
1.14 |
19 |
Detente manso |
Leguminosae |
Mimosa brandegei |
95.57 |
8.86 |
11.29 |
91.14 |
27.89 |
18.92 |
1.38 |
20 |
Gallinillo |
Capparidaceae |
Capparis incana |
95.65 |
10.89 |
10.51 |
89.11 |
30.79 |
17.68 |
0.70 |
21 |
Gallito |
Leguminosae |
Brogniartia intermedia |
94.86 |
5.64 |
9.33 |
94.36 |
45.53 |
28.79 |
1.23 |
22 |
Granjen |
Sapindaceae |
Neopringlea sp. |
94.62 |
8.57 |
9.84 |
91.43 |
53.73 |
41.25 |
1.68 |
23 |
Hediondillo |
Leguminosae |
Caesalpinia eriostachys |
94.92 |
4.78 |
9.71 |
95.22 |
46.40 |
29.49 |
1.05 |
24 |
Llora sangre |
Leguminosae |
Pterocarpus orbiculatus |
95.79 |
6.64 |
11.87 |
93.36 |
49.73 |
30.63 |
1.19 |
25 |
Pata de cuervo |
Nyctaginaceae |
Neea sp. |
94.45 |
5.11 |
11.45 |
94.89 |
47.81 |
33.67 |
1.47 |
26 |
Nanche |
Malpighiaceae |
Malpighia mexicana |
94.46 |
10.42 |
12.93 |
89.58 |
33.80 |
25.40 |
0.97 |
27 |
Nanche falso |
Tiliaceae |
Triunfetta sp. |
94.29 |
12.50 |
11.46 |
87.50 |
31.13 |
25.58 |
1.26 |
28 |
Nanchillo |
Euphorbiaceae |
Croton repens |
95.36 |
13.88 |
10.75 |
86.12 |
42.11 |
34.23 |
2.14 |
29 |
Ocotillo |
Erythroxilaceae |
Erythroxylon sp. |
92.85 |
5.47 |
12.63 |
94.53 |
38.48 |
25.34 |
2.33 |
30 |
Ojo de venado |
Leguminosae |
Caesalpinia sclerocarpa |
96.18 |
8.73 |
10.00 |
91.27 |
37.52 |
29.00 |
1.07 |
31 |
Palo de aro |
Leguminosae |
Lonchocarpuss emarginata |
95.24 |
11.39 |
12.13 |
88.61 |
38.39 |
36.92 |
1.21 |
32 |
Palo perico |
Flacourtiaceae |
Casearia dolicophylla |
96.00 |
11.06 |
10.09 |
88.94 |
55.10 |
34.92 |
2.04 |
33 |
Papelillo blanco I |
Euphorbiaceae |
Euphorbia sp. |
94.45 |
12.41 |
4.91 |
87.59 |
34.83 |
28.01 |
0.89 |
34 |
Papelillo blanco III |
Burseraceae |
Bursera grandifolia |
94.38 |
16.68 |
5.34 |
83.32 |
36.01 |
43.45 |
0.99 |
35 |
Pata de venado |
Leguminosae |
Lysiloma tergeminum |
95.21 |
6.96 |
8.27 |
93.04 |
38.74 |
27.17 |
1.35 |
36 |
Pinzán guaricho |
Leguminosae |
Pithecellobium unguis – cati |
94.63 |
9.17 |
22.48 |
90.83 |
38.62 |
26.84 |
1.01 |
37 |
Pochota |
Bombacaceae |
Ceiba aesculifolia |
94.56 |
11.78 |
6.71 |
88.22 |
35.06 |
27.20 |
0.97 |
38 |
Tumulungo |
Polygonaceae |
Coccoloba acapulcencis |
95.04 |
9.94 |
10.41 |
90.06 |
43.65 |
39.39 |
1.75 |
39 |
Varalillo |
Euphorbiaceae |
Phyllanthus micrandrus |
94.83 |
9.28 |
8.60 |
90.72 |
40.90 |
34.54 |
1.53 |
40 |
Zopilotillo |
Leguminosae |
Caesalpinia caladenia |
94.58 |
8.47 |
10.62 |
91.53 |
32.23 |
20.45 |
2.41 |
Las 12 familias que presentan una sola especie son: Bombacaceae, Capparidaceae, Erythroxilaceae, Flacourtiaceae, Julianaceae, Malpighiaceae, Nyctaginaceae, Polygonaceae, Rhamnaceae, Sapindaceae, Sapotaceae, Tiliaceae representando el 63.16% de las familias presentes en la comunidad y aportando el 30.0% de especies. Las familias que aportan dos especies cada una son Anacardiaceae, Bignoniaceae, Boraginaceae y Burseraceae, representan el 21.05% de las presentes y aportan ocho especies con proporción de 20.0%; la familia Rubiaceae representa el 5.26% dentro de las familias, aporta 3 especies con un porcentaje del 7.50% de las especies; la Euphorbiaceae representa el 5.26% igual que la anterior en el seno de las familias y aporta cuatro especies que equivalen al 10.0% y finalmente la Leguminosae que ocupa una representación ante el resto de las familias de 5.26%, pero que sin embargo colabora con el mayor número de especies, con 13 representantes equivalente al 32.50% del total de especies exhibidas (Figura 1).
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Ponce et al (2004), en un estudio sobre variantes de la Selva baja caducifolia en la Depresión del Balsas y que comprende el mismo tipo de vegetación del área de estudio reportó 24 familias de las cuales se comparten nueve Anacardiaceae, Bignoniaceae, Burseraceae, Euphorbiaceae, Leguminosae, Nyctaginaceae, Polygonaceae, Rhamnaceae y Rubiaceae. 10 géneros Cyrtocarpa, Crescentia, Bursera, Haematoxylon, Mimosa, Lonchocarpus, Lysiloma, Pithecellobium, Caesalpinia, Randia y cinco especies Cyrtocarpa procera, Crescentia alata, Haematoxylon brasiletto, Lysiloma tergeminum y Randia echinocarpa. En otro estudio sobre árboles forrajeros de la misma región de la Depresión del Balsas se reportaron 68 árboles con potencial forrajero, compartiéndose 11 familias, 15 géneros y 13 especies.
Las Familias compartidas son Anacardiaceae con una especie Spondias purpurea; Bignoniaceae con dos especies Tabebuia palmeri y Crescentia alata; Bombacaceae, Boraginaceae una especie Cordia elaeagnoides; Burseraceae una Bursera heteresthes; Erythroxilaceae una Erythroxylon sp.; Julianaceae una Amphipterygium adstringens, Leguminosae cuatro Haematoxylon brasiletto, Pterocarpus orbiculatus Lysiloma tergeminum y Pithecellobium dulce; Rhamnaceae una especie Zizyphs amole y finalmente la familia Rubiaceae con tres especies Simira mexicana, Randia echinocarpa y Randia watsoni. (González et al, 2006). En estudios similares uno en Bosque tropical caducifolio en Jalisco, México (Carranza et al 2003) y otro en el Suereste Mexicano en Chiapas, México (Pinto et al, 2003) se comparte el género Phitecellobium. Este contraste habla de la distribución y diversidad de las especies en las diferentes comunidades vegetales del país y por lo tanto de su potencial.
Respecto de la composición química el contenido promedio de PC para la hojarasca fue de 10.01% ± 3.11. El valor mínimo correspondió a Euphorbia sp. con 4.91% y el valor más alto el Pinzán guaricho con 22.48% (Tabla 2).
Tabla 2. Descripción de la composición química (% de materia seca) de las especies |
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Variable |
n |
Media |
Valor mínimo |
Valor máximo |
Des. estándar |
MS |
40 |
94.83 |
92.85 |
96.26 |
0.76 |
Cenizas |
40 |
9.98 |
4.78 |
18.92 |
3.27 |
PC |
40 |
10.01 |
4.91 |
22.48 |
3.11 |
MO |
40 |
90.02 |
81.08 |
95.22 |
3.27 |
FDN |
40 |
39.25 |
22.60 |
55.10 |
7.59 |
FDA |
40 |
31.16 |
13.67 |
52.61 |
8.03 |
Nit. en FDA |
40 |
1.45 |
0.64 |
2.65 |
0.48 |
El 5% de las especies presenta valores menores al 5% de PC, ubicándose a las especies Spondias purpurea con 4.93% y a Euphorbia sp. con 4.91%; 16 especies que equivalen el 40% se encuentran entre el 5% y menos del 10% de proteína, la especie que presenta el nivel inferior en esta clase es Bursera grandifolia con 5.34% y Neopringlea sp. la más alta con 9.84%; 21 especies se encuentran entre 10 y menos del 15% de y equivalen a una proporción del 52.50% siendo Caesalpinia sclerocarpa la menor de esta clase con 10.0% de PC y la mayor Tabebuia palmeri con 14.78%, finalmente la especie Pithecellobium unguis - cati que equivale al 2.50% de total de las especies contiene 22.48% de PC (Tabla 1 y 3).
Tabla 3. Contenido de proteína en las diferentes especies |
||||
Contenido de PC % |
Frecuencia especies |
Frecuencia acumulada |
% Frecuencia relativa |
% Frecuencia acumulada |
0.00<x<=5.00 |
2 |
2 |
5.00 |
5.00 |
5.00<x<=10.00 |
16 |
18 |
40.0 |
45.0 |
10.00<x<=15.00 |
21 |
39 |
52.5 |
97.5 |
15.00<x<=20.00 |
0 |
39 |
0.00 |
97.5 |
20.00<x<=25.00 |
1 |
40 |
2.50 |
100.0 |
Total |
40 |
|
100.0 |
|
Pinto et al (2002), reportan valores de PC en follaje de 12 especies arbóreas para el Sureste de México que van de 9.4% en Genipa americana a 23.8% Gliricidia sepium, con un promedio de 16.90%. La composición química de las especies de la selva baja caducifolia o bosque tropical seco es muy variable, se tiene reportado para frutos completos valores entre 4% a 21% de PC, y semillas de 16% a 29% (Cecconello et al 2003), mientras que para hoja en verde la variación puede ser de 7.0% a 27.1% (González et al 2006). En otro estudio del trópico seco mexicano se tienen reportadas valores de 16 especies con una oscilación de proteína que va de 12.12% en Guazuma ulmifolia a 27.21% en Verbesina greenmanii con un promedio de 18.68% entre todas las especies. Los valores de las especies que registraron como hojarasca fue Brosimmum alicastrum con 12.96% y Sideroxylon capiri con 13.07% de PC, se hace referencia también a Andropogon gayananus, Chloris gayana y Panicum maximum con 5.1%, 5.42% y 5.40% de PC respectivamente. Hecho que demuestra que los árboles y arbustos, tanto en verde como en seco, en su gran mayoría están por encima de los zacates (Carranza et al 2003).
El contenido de materia orgánica fue de 90.02%±3.27%, con un valor máximo para Caesalpinia eriostachys con 95.22% y un mínimo para Cordia sp. con 81.08%. El 30% de las especies se encuentra entre 90 y 92%, 20% presentan entre 88 y 90% y el 25% presenta valores entre 92 y 96%. El 55% de las especies presenta valores superiores al 90%, valor similar al reportado por (González et al 2006) en árboles con potencial forrajero de la Región de Tierra Caliente, Michoacán (Tabla 1 y 4).
Tabla 4. Contenido de materia orgánica de las especies de la Selva baja caducifolia |
||||
Contenido de Materia orgánica % |
Frecuencia Especies |
Frecuencia acumulada |
% Frecuencia relativa |
% Frecuencia acumulada |
80.00<x<=82.00 |
1 |
1 |
2.50 |
2.50 |
82.00<x<=84.00 |
1 |
2 |
2.50 |
5.00 |
84.00<x<=86.00 |
3 |
5 |
7.50 |
12.5 |
86.00<x<=88.00 |
5 |
10 |
12.5 |
25.0 |
88.00<x<=90.00 |
8 |
18 |
20.0 |
45.0 |
90.00<x<=92.00 |
12 |
30 |
30.0 |
75.0 |
92.00<x<=94.00 |
6 |
36 |
15.0 |
90.0 |
94.00<x<=96.00 |
4 |
40 |
10.0 |
100.0 |
Total |
0 |
40 |
100.0 |
|
La concentración de FDN para la hojarasca de las diferentes especies varía de 22.60% en Spondias purpurea a 55.60% en Casearia dolicophylla, con una media de 39.25% ±7.59. (Tabla 1 y 2). De 40 especies consumidas en forma de hojarasca, 37 presentan valores inferiores al 50%, excepto Apoplanesia paniculata (51.24%), Neopringlea sp. (53.73) y Casearia dolicophylla (55.10%). El 92.50% presentó valores entre 22.60% y 49.77%, solo el 7.5% exhibió concentraciones superiores al 50% (Tabla 1 y 5).
Tabla 5. Concentración de FDN en la hojarasca de las especies de la Selva baja caducifolia |
||||
Contenido de FND % |
Frecuencia especies |
Frecuencia acumulada |
% Frecuencia relativa |
% Frecuencia acumulada |
20.00<x<=25.00 |
2 |
2 |
5.00 |
5.00 |
25.00<x<=30.00 |
1 |
3 |
2.50 |
7.50 |
30.00<x<=35.00 |
9 |
12 |
22.5 |
30.0 |
35.00<x<=40.00 |
11 |
23 |
27.5 |
57.5 |
40.00<x<=45.00 |
8 |
31 |
20.0 |
77.5 |
45.00<x<=50.00 |
6 |
37 |
15.0 |
92.5 |
50.00<x<=55.00 |
2 |
39 |
5.00 |
97.5 |
55.00<x<=60.00 |
1 |
40 |
2.50 |
100.0 |
Total |
40 |
|
100.0 |
|
Pinto et al (2003), reportan valores de 12 especies arbóreas que van de 27.5% en Leucaena leucocephala a 59.0% en Acacia pennatula con promedio de 40.75%. Sosa et al. (2004), trabajando en Selva mediana en Quintana Roo, México, reportó 26 árboles y cuatro arbustos con potencial forrajero con un promedio de FDN de 57.24%, el valor mínimo fue de 39.99 % en Hisbiscus rosasinensis y el máximo de 76.29% en Mimosa bahamensis. Estos mismos extremos lo fueron también para la FDA. González et al (2006), reportaron valores de FDN entre 16.4% y 62.1% para hoja verde de 68 especies con potencial forrajero. Se considera que valores de FDN contenidos entre 20% y 35%, presentan niveles de digestibilidad altos (Sosa et al 2004).
Para la FDA la media del presente estudio fue 31.16% ±8.03, donde el valor máximo fue de 52.61% para la especie Amphipterygium adstringens y el valor mínimo de 13.67% para Mimosa egregia (Tabla 1 y 2).
Los valores de FDA, se encuentran en un 97.50% entre 13.67% en Mimosa egregia y 48.67% en Bursera heteresthes. Solo Amphipterygium adstringens se encontró ligeramente arriba con 52.61%. De las 40 especies que el ganado consume su hojarasca, 39 presentan menos del 50% de FDA. La mayor proporción se encuentra entre los rangos de 25% Simira mexicana (25.06%) a 40% con Cyrtocarpa procera (39.41%) agrupando un total de 30 especies equivalente al 75% del total (Tabla 1 y 6).
Tabla 6. Concentración de FDA en la hojarasca de las especies de la Selva baja caducifolia |
||||
Contenido de FDA % |
Frecuencia especies |
Frecuencia acumulada |
% Frecuencia relativa |
% Frecuencia acumulada |
10.00<x<=15.00 |
1 |
1 |
2.50 |
2.50 |
15.00<x<=20.00 |
2 |
3 |
5.00 |
7.50 |
20.00<x<=25.00 |
3 |
6 |
7.50 |
15.0 |
25.00<x<=30.00 |
15 |
21 |
37.5 |
52.5 |
30.00<x<=35.00 |
9 |
30 |
22.5 |
75.0 |
35.00<x<=40.00 |
6 |
36 |
15.0 |
90.0 |
40.00<x<=45.00 |
2 |
38 |
5.00 |
95.0 |
45.00<x<=50.00 |
1 |
39 |
2.50 |
97.5 |
50.00<x<=55.00 |
1 |
40 |
2.50 |
100.0 |
Total |
40 |
|
100.0 |
|
El valor promedio fue mayor al referido por Pinto et al. (2002), de 12 especies con media de 27.83%, pero menor al presentado por Sosa et al. (2004), de 30 especies leñosas en una comunidad de Selva mediana el cual fue de 43.84%. Esto puede deberse a la variación interespecífica, fenología, estado de madurez, condición edáfica, clima, etc.
El nitrógeno en la fibra detergente ácida presento un promedio de 1.45% ±0.48, el valor mínimo fue mostrado por la especie Spondias purpurea con 0.64% y el máximo lo presentó Randia echinocarpa con un valor de 2.65% (Tabla 1 y 2).
El 20.93% de las especies contiene entre 0.50 y 1% de nitrógeno en la fibra detergente ácida, el 41.86% corresponde a aquellas que contienes entre 1.0 y 1.5%; el 20.93% a especies que exhiben entre 1.5 y 2.0%; el 13.95% enmarca las leñosas que presentan una proporción entre 2.0 y 2.5%, finalmente en la última clase 2.5 a 3.0% se ubica una sola especie.
En el primer grupo Spondias purpurea presenta el valor más bajo 0.64% y Bursera grandifolia el más alto con 0.99; en el segundo grupo los rangos fueron para Pithecellobium unguis - cati (1.01%) y Neea sp. (1.47%); en el tercer grupo los extremos fueron Haematoxylon brasiletto (1.50%) y Amphipterygium adstringens (1.88%); el cuarto grupo Casearia dolicophylla (2.04%) y Caesalpinia caladenia (2.41%), finalmente la especie denominada crucillo chino (Randia echinocarpa) fue la que tuvo la mayor cantidad de nitrógeno en la fibra acido detergente con 2.41% (Tabla 1 y 7).
Tabla 7. Nitrógeno en fibra detergente neutro (FDN) en las diferentes especies consumidas durante la temporada de estiaje |
||||
Nitrógeno en FDN % |
Frecuencia especies |
Frecuencia acumulada |
% Frecuencia relativa |
% Frecuencia acumulada |
.500<x<=1.00 |
8 |
8 |
20.0 |
20.0 |
1.00<x<=1.50 |
16 |
24 |
40.0 |
60.0 |
1.50<x<=2.00 |
9 |
33 |
22.5 |
82.5 |
2.00<x<=2.50 |
6 |
39 |
15.0 |
97.5 |
2.50<x<=3.00 |
1 |
40 |
2.50 |
100.0 |
Total |
40 |
|
100.0 |
|
A diferencia de lo que ocurre con otras especies, en las leñosas existe poca variación en los valores por efecto de la época, las mayores variaciones se observan entre especies (González y Cáceres 2002), como el caso de las gramíneas que tienen descensos muy marcados en sus valores de PC (Carranza et al 2003). La variabilidad en el contenido de PC son atribuidos a factores como la edad, parte de la planta, concentración de factores antinutricionales, presentación fresca o seca, fenología, suelo, clima, entre otros (Nguyen Kim Lin et al 2003; Lukhele and Ryseen 2003; Pinto et al 2003).
Es importante destacar que la mayoría de las especies con
potencial forrajero son multipropósitos es decir sirven para
hacer construcciones rurales, son maderables, melíferas, entre
otros (Avendaño y Acosta 2000).
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Received 25 January 2007; Accepted 26 February 2007; Published 1 June 2007